La doble condición de Juan Ignacio Zoido, como miembro de la Corporación municipal –antes portavoz de la oposición y ahora alcalde– y como diputado en el Parlamento andaluz, ha situado al regidor ante dos ejercicios de transparencia paralelos, con mecanismos distintos y en periodos diferentes. Ayer, por esta dualidad, se podían encontrar dos declaraciones suyas. Del mismo ejercicio fiscal, pero con desigual resultado.
Por un lado, en el Ayuntamiento, la declaración de bienes de Zoido como portavoz del PP –que apenas ha variado en los últimos años– recoge unos ingresos de 81.976 euros en 2009, el último año que consta. Por otro lado, el secretario general de los populares, Antonio Sanz, repartió ayer la tercer página de su declaración de la renta en la que la cifra que figura como total de ingresos computables de 2009 es sensiblemente inferior: 59.217 euros.
El entorno del alcalde minimizó esta diferencia. La atribuyó a que las dos declaraciones se refieren a conceptos distintos. En la del Ayuntamiento, la que se difundió a través de la página web por parte del anterior gobierno, se incluyen todos los ingresos que recibe Zoido, y no sólo los que obtiene en concepto de diputado autonómico. Entran ahí, por tanto, “alquileres, herencias o dietas” sin especificar. En la declaración de la renta difundida por el PP-A y presentada en el Parlamento autonómico sólo se recogen las retribuciones que obtiene Zoido como diputado y presidente de una comisión. Nada más. Aseguran que es un planteamiento común de los grupos parlamentarios socialista y popular. Sin embargo, en la declaración de Javier Arenas no sólo figura su sueldo como diputado, también el de senador y lo que recibe desde el PP. Y así ocurre con otros parlamentarios, de ahí que no todas las cifras de ingresos de los diputados coincidan. Además, la diferencia no es menor: son más de 20.000 euros, una variación que dejaría a Zoido entre los diputados con más ingresos.
En cualquier caso, como señalan desde el PP, Zoido no oculta nada. No en el Ayuntamiento, donde se recogen los que, según el gobierno local, han sido los ingresos del regidor en estos años. Otra cosa es lo que figure en la declaración hecha pública ayer por su partido, junto a la del resto de diputados.
Zoido figura como parlamentario desde 2008, cuando empezó a compatibilizar esta labor con la portavocía de la oposición. Podía elegir sueldo. Y escogió el Parlamento andaluz frente a las retribuciones de portavoz de la oposición cifradas en torno a los 50.000 euros. Ahora, ya como alcalde, ha vuelto a optar. Y de nuevo ha elegido el sueldo como diputado, una medida que se ha planteado como gesto de austeridad y de ahorro.
Pero esta postura genera una contradicción en torno a su figura. Cobra como diputado, pero su prioridad, como él señala públicamente es ser alcalde, cuya remuneración está establecida en unos 59.000 euros. Zoido, avalado por una situación que comparte con otros regidores de capitales e incluso con el portavoz de la oposición, Juan Espadas, quien cobra como senador, ha defendido públicamente en repetidas ocasiones que son funciones complementarias. Pero la realidad, y ahí está una de las justificaciones de la medida pactada por PSOE e IU que excluye a todos los regidores para promover la dedicación exclusiva, es que cobra de una institución, el Parlamento, pero su tiempo se centra en otra, el Consistorio.
Pese a esto, la medida aprobada por PSOE e IU se produce en un escenario particular: cuando todos los gobiernos de grandes ciudades están en manos del PP. De ahí la airada respuesta de la dirección regional del PP, y de ahí que en Sevilla no fuera ni Zoido ni el grupo popular quien expresara su rechazo. Fue el portavoz del gobierno, en defensa de lo que, según Francisco Pérez, señaló a Europa Press, son “los intereses de los ciudadanos”. Pérez denunció que con la medida se “silencia la voz de los sevillanos”. “No les gusta un alcalde reivindicativo porque prefieren a los que están a merced del PSOE y la Junta”, sentenció. Lo cierto es que no se veta a Zoido, sino al alcalde de Sevilla.
