Las drogas constituyen una gran amenaza para la estabilidad política, económica y social de varios países estratégicamente importantes de Asia occidental, como Afganistán, Irán y Pakistán.
Es la advertencia de la ONU, que constata que EEUU sigue siendo el mayor importador y consumidor de drogas ilícitas en el mundo, surtido por su vecino México, país que afronta "crecientes problemas" relacionados con la violencia del narcotráfico.Estos datos fueron publicados en el informe anual presentado ayer en Viena, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el órgano independiente de la ONU para la lucha contra las drogas.
Esos países se ven afectados por una amplia variedad de problemas, entre ellos la delincuencia organizada, la corrupción y la gran demanda de opiáceos. De ellos Afganistán, donde EEUU y la OTAN libran una sangrienta guerra contra los talibanes, sigue siendo "con diferencia el mayor productor ilícito del mundo" de heroína y otros opiáceos como constató el informe.
La ONU también avanza que el consumo de cocaína bajó en España, especialmente entre los jóvenes, pero se produjo un incremento del uso de la ketamina. España además se tomó como ejemplo al tratar sobre la disminución del consumo de cocaína en Europa, ya que la prevalencia de su uso entre los estudiantes de secundaria pasó del 7,2% en 2004 al 3,6% en el año 2008.
En los dos países con mayor consumo de esa droga en Europa, concretamente el Reino Unido y España, "se ha observado una disminución del uso indebido de cocaína", indicó la JIFE.
También señala el informe que el cultivo de coca descendió en América del Sur un 8% en 2008, hasta las 167.600 hectáreas, debido a que la reducción en Colombia compensó el "preocupante" aumento en Perú y Bolivia, según el informe. La ONU destaca que un dato preocupante tiene que ver con México, donde a pesar de las "firmes medidas" adoptadas por los Gobiernos en la lucha contra las drogas, que incluyeron el despliegue de tropas y lograron desarticular varias operaciones y detener a cabecillas, las organizaciones delictivas "han mantenido y ampliado el control de antes sobre el tráfico de drogas en América del Norte".
Según la JIFE,Venezuela es el punto de partida de la mayor parte de la cocaína que entra en Europa Occidental, mientras que los Balcanes se asentaron como una nueva ruta de entrada de esa droga. Las incautaciones de cocaína también bajaron.
