Grecia volvió a vivir ayer una jornada para olvidar. Las alarmas sobre su situación y una eventual imposibilidad de hacer frente a sus compromisos de pago fueron tomando fuerza a partir del momento en que Eurostat, la oficina comunitaria de estadística, daba a conocer que el déficit público del Estado griego se elevó al 13,6% del PIB en 2009, una cifra considerablemente superior al 12,7% que barajaban las estimaciones realizadas hasta ahora y que han servido para elaborar el plan de ajuste.
Eurostat, que el año pasado publicó un informe en el que acusaba a Grecia de difundir datos falsos de manera reiterada, expresó "sus reservas" sobre la calidad de la información de las autoridades griegas, y adelantó que podría motivar otra revisión al alza del déficit, de entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales.
Fue el desencadenante. Minutos después, la agencia de calificación de riesgos Moody's rebajaba la nota de la deuda griega sin descartar nuevas revisiones a la baja.
Mientras Bruselas, en boca del comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, precisaba que la revisión del déficit obliga al Gobierno de Atenas a aplicar de forma estricta su plan para reducir esa tasa un 4% del PIB este año y a adoptar más medidas de ajuste y reformas estructurales a partir de 2011, el Gobierno heleno trataba de lanzar un mensaje de calma asegurando que su objetivo se mantiene inalterable, pero ya la prima de riesgo de su deuda pública se disparaba. El mercado volvía a atender a las dudas sembradas sobre la credibilidad de Grecia. Pero no fue la única en pagarlo.
Portugal y, en menor medida España, se vieron salpicadas de nuevo por la incertidumbre, a pesar de que el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, dijo que no le inquieta el nivel de deuda en otros países europeos aparte de Grecia. Preguntado sobre la posibilidad de que el FMI estudie a países como España y Portugal, dijo no creer "que el problema actualmente sea mucho mayor que en cualquier otro país, no sólo de la Zona Euro, sino de fuera".
Así, la ola de tensión se cebó también con Portugal y terminó por lastrar a la bolsa española y por encarecer el coste de su deuda. El Íbex-35 retrocedió el 2,19%, mientras que la rentabilidad del bono español a 10 años se colocó en el 3,955%, en comparación con el 3,867% de la jornada anterior. Como consecuencia de esas tensiones, la subasta de obligaciones a 15 años que realizó el Tesoro no cumplió las expectativas, dada la elevada rentabilidad que se tuvo que ofrecer.
A Portugal le pesó la reacción a las malas previsiones sobre su economía ya conocidas pero confirmadas en las últimas 24 horas por el FMI y Bruselas, lo que penalizaron la deuda del país y su bolsa, que perdió el 2,6%.
El éxito de las negociaciones del FMI y la UE con Grecia, que ayer entraron en su segundo día, depende de que el Gobierno griego acepte un ajuste fiscal muy duro en el segundo y el tercer año de vigencia, informó Efe. A cambio, estarían dispuestos a extender a Grecia más créditos que los 45.000 millones anunciados.
España se coloca en el cuarto lugar del ranking de la UE
España fue el cuarto país de la Unión Europea con el déficit público más elevado en 2009, al situarse éste en el 11,2% del PIB, informó ayer la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, cifra que coincide con los previsiones manejadas hasta ahora por el Gobierno.
El porcentaje de déficit público sitúa a España por detrás de Irlanda, que registró un déficit del 14,3%; Grecia, con un 13,6%; y el Reino Unido, con un tasa del 11,5%.El déficit aumentó en España desde el 4,1% en 2008, debido a la crisis económica, que ha provocado una disminución de los ingresos y un aumento del gasto público, según explicó el organismo estadístico de la UE.
El estado de las cuentas públicas "debería ser un tema de preocupación para las autoridades españolas y lo es", dijo el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, tras presentar las estadísticas. Altafaj enmarcó la abultada cifra de déficit española "en la situación sin precedentes" provocada por la crisis y valoró la necesidad de seguir "muy atentos" a las evoluciones de crecimiento económico para, "si fuera necesario, realizar una corrección" en el programa de estabilidad español.
En este sentido, Altafaj recordó que la CE valoró recientemente que el plan de saneamiento de las finanzas públicas españolas había sido elaborado sobre la base de "unas perspectivas de crecimiento demasiado optimistas", pero descartó que "un país como España" deba retirar aún las medidas de estímulo contra la crisis.
En cuanto a las cifras difundidas por Eurostat sobre el conjunto de la UE, el déficit público se disparó desde el 2,3% del PIB en 2008 hasta el 6,8% de 2009, y se incrementó desde el 2% al 6,3% en la Zona Euro.
