No tienen fecha, pero se repetirán. Las elecciones del pasado 20 de septiembre en la hermandad del Rocío de Triana se volverán a celebrar por decreto del propio Arzobispado. Tras la impugnación de los comicios por parte de algunos hermanos, a título particular, la victoria de la candidatura liderada por José Rosales frente a la de Pedro Machuca queda anulada.
Ayer mismo, en el Cabildo de oficiales, el hermano mayor, Manuel Alcantarilla, informó de la decisión del palacio arzobispal: anular el resultado de los comicios, aunque no la celebración del Cabildo de elecciones. Es decir, que se da por bueno el proceso electoral, pero no el resultado tras el recuento de los votos por correo.
Ahora, la junta de gobierno actual prolongará su mandato automáticamente hasta que se celebren las nuevas elecciones, decisión del Arzobispado que vendrá acompañada por la creación de un órgano asesor formado, entre otros, por ex hermanos mayores, para garantizar el proceso y velar por que no vuelvan a repetirse irregularidades. Hoy mismo está prevista una reunión con exresponsables de la hermandad para abordar la creación de esta comisión u órgano asesor. No habrá pues una gestora.
En cuanto a la convocatoria de las elecciones, las fuentes consultadas apuntaron que, lo más probable, es que sea “a medio plazo”. Mientras, impera “la normalidad en el funcionamiento de la hermandad”. Y es que está inmersa en los preparativos de su bicentenario que se celebrará el próximo año y que contará la peregrinación prevista a Almonte con el Simpecado y su carreta como acto central.
Se da la circunstancia de que si Alcantarilla dimitiese, su teniente hermano mayor, Pedro Machuca, sería su relevo, aunque fue el candidato que perdió en las elecciones anuladas. Con todo, Alcantarilla confirmó ayer que seguirá en su cargo hasta “una nueva comunicación” de Palacio y defendió la legalidad del proceso electoral y a la junta de gobierno “que no hizo nada que justifique la creación de una gestora”.
El procedimiento del voto por correo de la hermandad –motivo de la impugnación– es complejo y confuso para la mayoría de los hermanos, de ahí que en el recuento de las pasadas elecciones se anotaron 266 votos nulos, una cifra que deja bastante clara la necesidad de reformar las reglas de la hermandad y este apartado de forma concreta. La última vez que la hermandad del Rocío de Triana acometió la reforma de sus reglas fue en el año 1992 bajo el mandato de Vicente García Caviedes.
José Rosales fue elegido hermano mayor del Rocío de Triana por un estrecho margen de 32 votos (820 votos por 788). El escrutinio arrojó también 266 votos nulos y 43 en blanco. Vinculado a la Alcaldía de Carretas hasta en cinco juntas de gobierno, Rosales iba a tener el honor de presidir a la más antigua de las hermandades rocieras de la capital durante el año de su bicentenario, que se conmemora en 2013, y entre cuyos actos destaca el próximo mes de enero una peregrinación del Simpecado con la Virgen Chiquita de El Rocío a Almonte.
El hermano mayor de Triana ya confirmó tras la impugnación de las elecciones que había recibido la llamada desde el palacio arzobispal para comunicárselo. Según dijo, la impugnación partía de dos personas “que nada tienen que ver” ni con la lista de Rosales ni con la de Machuca.
