Las embajadas de Australia y Estados Unidos en Indonesia recibieron sendas amenazas de bomba en vísperas de la ejecución de los condenados por los atentados de Bali en 2002, en los que murieron 202 personas.
El portavoz de la Policía del distrito central de la capital, Heri Wibowo, confirmó a la agencia estatal Antara que ambas legaciones diplomáticas fueron advertidas a través de mensajes de móvil de que el ajusticiamiento acarrearía "represalias". Los desconocidos que enviaron los SMS señalaron que ya habían colocado dinamita en el interior de cada edificio y que activarían el explosivo si los reos son finalmente ejecutados, como está previsto, a principios de noviembre.
Desde la semana pasada, los controles policiales se han reforzado en gran parte de Indonesia y, en especial, en Yakarta, Bali y todos los enclaves estratégicos, ante la amenaza de un atentado terrorista en venganza por la muerte de los terroristas.
Pese a ello, tres artefactos de escasa potencia explotaron el lunes en la residencia del gobernador de la provincia indonesia de Molucas del Norte, causando daños materiales pero no heridos. El 9 de septiembre de 2004, una camioneta cargada de explosivos estalló delante de la Embajada de Australia en Yakarta, dejando tras de sí nueve muertos y más de un centenar de heridos.
