Es una de las ferias de muestras más jóvenes de la comarca del Aljarafe, pero ya en su primer año cosechó 21.000 visitas. Tomares Dmuestra abrió el jueves las puertas de su segunda edición, un espacio en el que se dan cita comercios llegados de toda España que venden estos días hasta katanas.
La feria se extiende hasta mañana entre actuaciones musicales, desfiles de moda, degustaciones de tapas y, por supuesto, negocio.
Para el alcalde de Tomares, José Luis Sanz (PP), es en el "peor año económico de la historia democrática de España cuando el comercio y la gastronomía necesitan de este tipo de iniciativas".
Antonio Jiménez, miembro de la junta directiva de la Asociación de Comerciantes de Tomares, comenta que sólo mantener el mismo espacio del año anterior -3.000 metros cuadrados- es ya "un éxito en estos tiempos", aunque echa de menos "más comerciantes y empresarios tomareños".
Lo mismo opina Carmen Villanueva, propietaria de Rociarte, una tienda de la localidad especializada en trajes de flamenca y de novia. "Es una feria nuestra y deberíamos estar aquí todos", dice esta empresaria que comparte expositor con Laura Vara, propietaria de una tienda de complementos. Todo con tal de conseguir abaratar su presencia.
La realidad es que el comercio local comparte el escaparate de la feria al 50% con empresas del resto de la provincia o destinos como Valencia y Albacete. En su mayoría son nómadas del negocio: empresarios que, en lugar de la tradicional tienda, se basan en acudir a ferias de las que afirman sacar mejores resultados, pero con la incomodidad de llevar el negocio a cuestas.
Uno de esos casos es el de Rosa Siges y su marido, dos artesanos valencianos que con la firma Caín se dedican, entre otras cosas, a labrar la madera transformándola en coloridas cajas. O Luis Gómez, de Albacete, que lleva 24 años en el negocio de la cuchillería y que vende desde cuchillos para pelar patatas hasta navajas de Albacete para coleccionistas, pasando por souvenirs como katanas.
La variedad de productos que se puede hallar en la feria es amplia: productos de limpieza típicos de teletienda, quesos de toda variedad y sabor, cremas de baba de caracol o incluso Meninas a la medida. Este último es el caso de Marcos y Cuadros, una empresa del polígono El Manchón que se dedica a elaborar cuadros al gusto del cliente. Uno de sus socios, Paco Abascal lo tiene claro, "la gente viene a llevarse el llaverito y a beber la cervecita, el hecho de estar aquí sirve para que en el futuro alguien se acuerde de ti y vaya a tu tienda a comprar".
