El último ejercicio de la Junta fiscalizado por la Cámara de Cuentas tiene que ver con un Presupuesto todavía de bonanza económica. Pese a ello, el análisis desvela que a diferencia del año anterior, las empresas públicas cerraron en pérdidas. Los números rojos sumaron 21 millones, a pesar de los 1.176,5 de subvención del Gobierno andaluz.
Bajo el epígrafe de empresas públicas que fiscaliza la Cámara de Cuentas se encuentra un abanico muy amplio y, sobre todo variado, de sociedades. Son 146 -29 más que el año anterior- en las que se incluyen desde empresas como Egmasa o Giasa, que facturan en el mercado, hasta el hospital Costa del Sol, cuya finalidad no es hacer caja sino prestar servicios. Pese a ello, los resultados positivos de 2006 (37 millones de beneficios) cayeron al año siguiente, en 2007, antes de que la crisis económico hiciese estragos.
Según consta en el informe, presentado ayer en el Parlamento por el consejero mayor de la Cámara de Cuentas, Rafael Navas las pérdidas son achacables sobre todo a al incremento de los gastos de explotación de tres empresas: Infraestructuras y Servicios Educativos -que gestiona desde comedores escolares hasta la construcción de colegios-, RTVA y el incremento negativo de los resultados de IDEA, adscrita a la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Además de éstas, cerraron con resultados negativos Inturjoven, Empresa Pública Sanitaria del Bajo Guadalquivir y Linares Fibras Industriales, según el documento.
Navas reconoció, según informa Europa Press, que hablar de pérdidas en el conjunto de todas las empresas públicas "no es exacto, aunque sí admitió que da idea de lo que éstas suponen en el sector público andaluz. "Muchas de esas empresas prestan un servicio público, cuya rentabilidad no es el beneficio sino la prestación de ese servicio", sostuvo.
Hay otras entidades sobre cuyas cuentas hace una mención específica la institución. Se trata de las fundaciones. La Cámara de Cuentas recomienda al Gobierno andaluz la "revisión" del Registro de Fundaciones de Andalucía "de forma que permita conocer cuáles constituyen el ámbito fundacional del sector público de la Junta". Los fondos percibidos por las fundaciones de la Administración autonómica ascienden a 377,75, según el citado documento que señala que el 79% de ellos se concentra en las siguientes fundaciones en cuatro.
En el ejercicio de 2007, la Junta tenía pendientes de cobro más de 632 millones de euros que espera ingresar desde hace más de cinco años. En algún caso, desde 1987. Del 91,11% de ellos, la Consejería de Economía y Hacienda ha reservado fondos para cubrirlos, pero la Cámara de Cuentas advierte que "dada la antigüedad de estos saldos se recomienda su análisis y depuración". Se trata de saldos que la fiscalización califica como de "dudoso cobro".
El de 2007 es el último ejercicio cerrado y analizado por la Cámara de Cuentas, el organismo de máximo control contable de la hacienda autonómica. En su informe consta que en ese año la Junta dispuso de 150 millones extra procedentes de los 2.500 millones que el Gobierno de Zapatero le pagó en 2004 por una deuda pendiente. Las cuentas de ese año, según Navas, no estaban en absoluto marcadas por la crisis: el resultado presupuestario y el remanente de Tesorería era positivo.
