La abuela de Javier Hernández, gran aficionada al tenis, se encuentra discapacitada. Como ya hizo en las semifinales de Córdoba, su nieto, decidió tramitar la compra de entradas para la final de la Copa Davis que empieza hoy en Sevilla . Y se encontró con un problema que le llevó a expresar su malestar a la Federación de Tenis y a la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Mental. Para acceder a las instalaciones del estadio olímpico debe abonar 390 euros, la entrada más cara. Y si esta persona necesita asistencia, el resultado es que para que vaya a la Copa Davis se necesita un desembolso mínimo de 780 euros. Así se lo confirmó a Javier la Federación de Tenis por escrito y así lo confirmaron a este periódico desde la Federación aclarando que el único sitio del estadio accesible es el que se corresponde con las entradas de un precio más elevado de la final de la Copa Davis.
En uno de los correos remitidos por la Federación a Javier se le explican los motivos: "Su decisión es que tanto la plaza de minusválido como la de acompañante hay que pagarla. En Sevilla el abono de acompañante y minusválido cuesta 390€ euros (más gastos distribución) cada uno. Son localidades muy buenas de primera categoría". Javier decidió comprar las entradas por un precio de 780 euros, aunque expresando su malestar: "No tengo ningún interés en el tenis, pero mi abuela necesita un acompañante, porque no puede estar sola. Sólo he pedido que al menos como acompañante no tenga que pagar el mismo precio", explica Javier. En Córdoba encontraron una solución y recibió al menos una invitación para la última jornada.
Según explicó el afectado, la confederación nacional de discapacitados se puso en contacto ya con él para mostrarle su apoyo y subrayarle que se trata de una conducta ilegal que los discapacitados y sus acompañantes tengan que abonar el precio máximo de las entradas de la Davis.