La esperada sentencia del denominado 'Caso Ekin' ha dejado claro y probado que las organizaciones Kas, Ekin y Xaki forman parte "del las entrañas" de la banda terrorista ETA, según se recoge en el fallo hecho público ayer. El juicio más largo de todos los celebrados en la Audiencia Nacional -comenzó el 21 de noviembre de 2005 y concluyó el 14 de marzo de 2007- ha sentado en el banquillo a los máximos responsables de los aparatos políticos (Ekin y Kas), internacional (Xaki) y mediático (Egin) de la banda terrorista. En total, 52 procesados en la causa, de los que 46 fueron detenidos el 30 de noviembre tras decidir su condena por pertenencia a banda armada y ante el elevado riesgo de fuga. Esta circunstancia ya hacía prever una contundente condena y así ha sido. En total, más de 500 años de prisión para 47 dirigentes del entramado social de la organización terrorista con penas que van desde los dos a los 24 años entre rejas. La justicia se ha pronunciado y lo ha hecho de forma muy nítida. La supervivencia de ETA sería mucho más complicado sin esa red ciudadana que ahora se ha puesto al descubierto con un sinnúmero de datos. En los más de 600 tomos y 200.000 folios del fallo se demuestra esta conexión, siempre barruntada y el control que los etarras activos tienen sobre su mundo. Ya no puede haber ninguna duda sobre estos 'vasos comunicantes' que al final repercuten en los daños que el terrorismo causa a las personas y los bienes. Y aunque los condenados han tratado de volver a encontrar su minuto de gloria en los medios de comunicación, boicoteando con cánticos y desprecios inaceptables a la magistrada que leyó la sentencia -se vio obligada a expulsarlos del tribunal por el alboroto- uno de los soportes necesarios del terrorismo etarra ha quedado para siempre identificado. Jueces y policías tienen desde ahora más argumentos aún para acentuar sus lucha sin cuartel contra una organización -armado o no- que sigue atentando contra los cimientos mismos del sistema democrático. Sin duda, en esta tarea ETA tendrá mucho más complicado su macabro y destructivo trabajo si sus "entrañas" están entre rejas.
