El preocupante arranque de temporada del Cajasol, con tres derrotas dolorosas en Manresa, ante Unicaja y en Granada, tiene su inequívoco reflejo en las estadísticas, que refrendan de forma hiriente las pésimas sensaciones que ofrece el equipo de Manel Comas, a saber: el peor ataque, la valoración más baja y los porcentajes de tiro más desatinados llevan su firma.
El baloncesto es probablemente el deporte más esclavo de los números. Aunque estos no siempre sean definitivos, sí suelen ser sintomáticos y ofrecen evidencias irrefutables cuando un equipo no funciona y va a la deriva, como parece ser el caso de este Cajasol 2008/09, penúltimo clasificado de la ACB -también tienen su casillero por estrenar el Bruesa, próximo rival, aunque con sólo dos partidos disputados, el ViveMenorca y el colista Murcia- aunque, a la vista de sus dígitos, el que tiene más conceptos elementales que corregir.
Para empezar, un dato que asusta: el conjunto sevillano es, con diferencia, el que menos puntos anota del campeonato. En ataque, los hombres de Manel Comas se muestran atascados y escasos de recursos hasta el punto de haber registrado sólo 187 puntos, esto es, 62.33 de media, seis menos en cada partido que Murcia y Bilbao. Y eso que la defensa, talón de Aquiles en los ejercicios precedentes, no es la peor (12a, con 79.67 puntos encajados).
Tan escasa producción ofensiva viene provocada por unos porcentajes de tiro espantosos, que delatan que el cuadro sevillano es el que afronta las defensas rivales con menos confianza. Porque sólo sin fe en el acierto se pueden errar 20 tiros libres en tres jornadas (29/49=59.18%). Y las cosas no son mucho mejores en los tiros de dos (43.4%, sólo empeorado por Murcia y Pamesa) y en los triples (28.95%, aún por encima de Menorca y Manresa). En el cómputo global, no obstante, ningún equipo falla tantos lanzamientos como el Caja, que ha marrado hasta 134 acciones, ¡casi 45 en cada encuentro!
En el análisis de otro de los apartados fundamentales del baloncesto, el rebote, el Cajasol proporciona una extraña estadística, ya que es el equipo de la Liga ACB que más capturas realiza en el aro ajeno: 52 en las tres jornadas, a una media de 17.33, mientras el CAI Zaragoza le sigue con 30 en dos partidos (15 de media). Y, claro, es en esa faceta en la única en la que aparecen jugadores cajistas en el top-5 liguero: Warren Carter es segundo con cuatro de promedio, Juanjo Triguero quinto con 3.33 e incluso Michal Ignerski octavo con 3. Es lo que tiene fallar tantísimos tiros.
Porque esa habilidad para captar rechaces no tiene correspondencia donde más hace falta, en el aro propio, y así el cuadro hispalense es el penúltimo en rebotes defensivos con 17.67 por partido, tan sólo por encima del colista CB Murcia (17).
Y si se acude a aspectos no menos relevantes en el juego como las asistencias (10.67 de media, sólo empeorado por el Menorca, con 10) o las pérdidas de balón (también penúltimo con 5.67 por partido, seis lleva el CAI Zaragoza), la conclusión es la previsible: el Caja reúne la valoración global más baja de la competición, con 54 paupérrimos puntos, muy por debajo de Menorca (62.67) y Murcia (65.33), los otros dos conjuntos que no saben lo que es ganar luego de disputar tres encuentros.
Lo peor, con todo, es la sensación de que el desconcierto alcanza incluso a los referentes (Bennett, Ellis e Ignerski), quienes chirrían tanto o más que las incorporaciones.