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Las fiestas acorralan a ‘Il Cavaliere’

Berlusconi afronta dos casos de corrupción y una acusación de incitación a la prostitución.

el 23 ene 2011 / 18:39 h.

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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, saluda a su llegada a la cumbre de la OTAN en Lisboa, en noviembre.

En 1994 un tipo mujeriego, chistoso, listo, populista, exitoso... y casi siempre envuelto en la sospecha irrumpió en la política italiana. Era Silvio Berlusconi. Tras protagonizar la vida política del país desde hace 16 años, el primer ministro italiano, apodado Il Cavaliere, vive hoy acorralado por los casos de corrupción y sus líos de faldas.

Su predilección por las fiestas y las mujeres guapas -una confesión del propio protagonista- tienen en la picota al primer ministro. La Fiscalía de Milán acusa al veterano dirigente italiano (74 años) de un supuesto delito de incitación a la prostitución de menores -Karima el Mahroug, conocida como Ruby B., es la que más fama ha logrado- e intento de soborno a un funcionario. Es el caso Ruby.

Mañana la Junta para las Autorizaciones de la Cámara de los Diputados italiana debatirá la solicitud presentada por los fiscales para registrar la oficina del contable de Berlusconi, Giuseppe Spinelli, donde podrían encontrarse pruebas sobre supuestos pagos a numerosas jóvenes para que asistieran a las fiestas privadas de Il Cavaliere.

Este caso ha situado al primer ministro en una crítica situación. Especialmente después de que en diciembre pasado saliera victorioso de una moción de censura, una votación que ganó por tan sólo tres votos y que estuvo rodeada de sospechas de sobornos. Sin embargo, ese triunfo constató la debilidad y soledad parlamentaria de Berlusconi, ya que su ex aliado Gianfranco Fini retiró la confianza al Ejecutivo que ayudó a construir. Ahora la oposición en pleno exige su dimisión. Un petición a la que se suman los italianos. Casi uno de cada dos ciudadanos (un 49%) piensa que el primer ministro debería dimitir, según una encuesta publicada ayer por el diario Corriere della Sera.

Rodeado de escándalos. Pero el conocido como Rubygate no es el primer escándalo de Il Cavaliere. Su carrera como político y empresario no ha estado exenta de polémica. Berlusconi tiene actualmente pendientes dos procesos penales: el caso Mills, por una supuesta corrupción al abogado inglés David Mills; y el caso Mediaset, por posible fraude fiscal.

Hijo de un banquero de clase media Silvio Berlusconi es, además, uno de los hombres más ricos de Italia y cabeza visible de un imperio que abarca canales de televisión privada, una editorial y un equipo de fútbol.

Nacido en Milán el 29 de septiembre de 1936, casado en dos ocasiones y padre de cinco hijos, comenzó su meteórica carrera con 25 años. Dio el salto a la televisión y a mediados de los 80 ya contaba con tres canales (Italia1, Rete 4 y Canale 5). Su poder se extendió con la compra del club de fútbol Milan AC, y del grupo editorial Mondadori.

Culminado su proyecto empresarial y con la escena política italiana devastada tras el azote de la operación anticorrupción Manos Limpias, Berlusconi preparó su salto a la política en 1993 con Forza Italia, un partido apoyado en consignas populistas y en sus dotes de comunicador. Sus habilidades como vendedor publicitario sedujeron al electorado en marzo de 1994 y Forza Italia se convirtió en el partido más votado en esas elecciones, aunque su primer mandato duró poco. En diciembre de ese mismo año, su hasta entonces aliado (igual que hoy), Umberto Bossi, le retiró su apoyo y propició su dimisión.

Siempre protagonista. Desde la oposición, Berlusconi preparó su regreso al poder mientras aumentaba la presión de los jueces contra su imperio. El triunfo en las elecciones de 2001 le puso de nuevo al frente del país con la coalición conservadora Casa de las Libertades, con la que gobernó cinco años. La victoria del centro izquierda en 2006 no lo alejó del poder, al que volvió tan sólo dos años después con una nueva formación, Pueblo de la Libertad.

Una unión nacida de la alianza entre Berlusconi y Fini, hasta entonces líder del partido neofascista Alianza Nacional. Gobernando en coalición con la Liga Norte, las desavenencias políticas han sido constantes en 2010 hasta desembocar en la moción de censura de diciembre. Ahora sus acciones le persiguen pero esta vez ya no tiene la inmunidad judicial que él mismo se hizo a medida.

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