El futuro de las fundaciones pasa por un nuevo marco fiscal, que grave menos las donaciones individuales; la búsqueda de nuevos fondos y, sobre todo, la cooperación entre estas entidades para potenciar "lo que hace mejor cada una". Éstas son las conclusiones a las que llegaron ayer los responsables de estas entidades sin ánimo de lucro en el encuentro 'El papel de la fundación en Europa, España y Andalucía', organizado por El Correo de Andalucía y celebrado en la sede de la Fundación Valentín de Madariaga -antiguo Consulado de EEUU-.
El notario y académico de número de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia, Rafael Leña, experto conocedor de las fundaciones, fue el primero en poner sobre la mesa estas medidas y marcó las líneas de futuro de estas entidades: una comunicación simplificada, impulso a la colaboración entre las fundaciones y una regulación fiscal que premie la generosidad de las fundaciones que ponen su patrimonio al servicio de la sociedad.
Para ilustrar su propuesta, Rafael Leña recordó que la deducción fiscal por donaciones privadas en las fundaciones en España supone el 25% de la cuota, mientras que en Francia representa el 60%. Y aseguró que "una política de exención de impuestos compensaría que se hagan servios que al Estado le costaría tres veces más hacerlo directamente".
Esta nueva fiscalidad facilitaría un futuro en el que cada vez será más difícil para las fundaciones obtener fondos con los que desarrollar su trabajo. Y es que, como afirmó José Rodríguez de la Borbolla, fundador de la Asociación de Fundaciones Andaluzas (AFA), "antes las fundaciones ponían un patrimonio al servicio de un fin y ahora se ha pasado a una realidad de acción en la búsqueda de un patrimonio".
Precisamente Ricard Valls Riera, director de Antares Consulting, retrató un presente en el que la rentabilidad del patrimonio ha bajado, las apuestas de las empresas dentro de la responsabilidad social han mermado, las obras sociales de las cajas de ahorro se han visto obligadas a estrechar los límites, las administraciones públicas reducen sus subvenciones -"que será un tema crítico a partir del 1 de enero de 2011"- y sólo se mantienen las donaciones individuales -1,5 millones de personas son donantes habituales-.
Pero este experto también trazó la senda del futuro: mejorar la gestión, realizar actividades mercantiles -como crear una empresa cuyos beneficios vayan para la fundación-, aplicar una política de precios -cobrando por los servicios que se ofrece, con lo que se desplaza la financiación hacia los usuarios-; reducir los servicios, focalizando la actividad donde la fundación puede aportar un valor añadido; y captando fondos privados para lo que incluso sugirió buscar una financiación internacional abriendo delegaciones en otros países, como han hecho fundaciones extranjeras en España. No obstante, Ricard Valls advirtió que "para captar fondos, la fundación también necesita hacer una inversión".
Sin embargo, el presidente de la Asociación Española de Fundaciones, Carlos Álvarez, se lamentó de las dificultades existentes para poder modificar la legislación, sobre todo "cuando afecta a la economía, pues es un tema tabú".
Cooperación
José Manuel Fresno García, experto en fundaciones europeas, que incluyó la búsqueda de una nueva fiscalidad entre los cinco retos de las fundaciones de cara a Europa, se sumó a la propuesta de cooperación entre estas entidades, incluso a nivel internacional, y subrayó que "una posición más provocativa en el escenario europeo y una mayor visibilidad y presencia pública de las fundaciones" contribuirían a mejorar su situación. Asimismo, recordó que en los primeros meses de 2011, la Unión Europea debatirá un estudio de viabilidad de las fundaciones y la elaboración de un Estatuto Europeo de Fundaciones.
La receta de José Manuel Fresno se completa con "trabajar más activamente en el desarrollo de la sociedad civil europea" y con una rendición de cuentas pues, en su opinión, "los ciudadanos y eurodiputados perciben las fundaciones como entidades opacas". Así, aun reconociendo el derecho a gestionar libremente los fondos de los que disponen, animó a "hacerlo con transparencia para ganar credibilidad".
"La cooperación es absolutamente necesaria para la vida de la fundación", sentenció Rodríguez de la Borbolla, quién apeló a una mayor implicación de los poderes públicos con iniciativas "como los planes de excelencias de las universidades", que, considera, "generarían progreso al ser desarrollados por fundaciones distintas y presentar una nueva manera de actuar".
María Jesús Moreno Montilla, directora de imagen de la Fundación Sando, ofreció ya un ejemplo de cooperación entre fundaciones. Así, el Plan Familia, que busca la incorporación de personas con discapacidad en el mercado laboral, a través de cursos y programas específicos, se desarrolla gracias a la colaboración con la Fundación Adecco. Además, Sando quiere sacar mucho más partido a su web y, aliado con las redes sociales, pretende conocer las nuevas necesidades de la sociedad a las que la fundación pueda dar respuesta.
Experiencias
La primera mesa redonda, moderada por el subdirector del periódico Diego Suárez, recorría, bajo el título Presente y futuro de las fundaciones, el trabajo que desarrollan las fundaciones Cobre Las Cruces, Sando, Alcalá Innova y Soland.
El gerente de la Fundación Cobre Las Cruces, Juan Román Gallegó, explicó que el objetivo de la entidad que dirige es contribuir al desarrollo económico de los municipios del entorno de la mina -Gerena, Guillena, Salteras y La Algaba-, conscientes de que cuando se acabe el cobre, dentro de unos 15 años, dejarán la zona por esto se esfuerzan para que no se resienta el empleo.
Marcelino Colete, gerente de la Fundación Alcalá Innova, pudo presumir de los avances tecnológicos -software para el trasplante de cara-, del desarrollo de Alcalá de Guadaíra -gracias al proyecto Territorio Social Responsable-, y del plan educativo que dirige el filósofo José Antonio Marina, frutos del trabajo que desarrolla esta institución.
Finalmente, el consejero delegado de Soland, Ramón González González, insistió en la necesidad de crear fuertes estrategias que muestren la apuesta de Andalucía en tecnología, preservación del medio ambiente y desarrollo sostenible, en el exterior, como hace su fundación desde Sanlúcar la Mayor.
