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Las Google Glass entran al quirófano

Expertos analiza la aplicación médica de innovaciones tecnológicas como la telemonitorización, el 3D o las gafas del gigante informático. El Hospital Virgen del Rocío reúne a 400 especialistas en cirugía laparoscópica para probar nuevas tecnologías que permitan guiar a distancia operaciones

el 07 feb 2014 / 23:31 h.

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Hace 21 años, el doctor Salvador Morales Méndez comenzó a realizar en el Hospital Virgen del Rocío operaciones por laparoscopia, es decir, intervenciones en las que se emplean orificios naturales o se realizan mínimas incisiones a través de las cuales se practican todo tipo de cirugías gracias a la introducción de microcámaras que guían los movimientos del cirujano. Hoy el 70% de las operaciones programadas que se realizan en el Virgen del Rocío y el 35% de las de Urgencias se hacen con laparoscopia. Y el hijo de aquel cirujano pionero ya fallecido, el doctor Salvador Morales Conde, dirige la Unidad de Innovación de Cirugía no invasiva, dedicada a explorar las posibilidades que las nuevas tecnologías tienen para ir mejorando esta práctica, innovaciones que actualmente van desde las directrices a distancia mediante la telemonitorización a la tecnología 3D a las Google Glass. 15475135400 expertos internacionales en cirugía laparoscópica se han reunido esta semana en el Virgen del Rocío para intercambiar experiencias sobre estas nuevas tecnologías y probarlas in situ. Por primera vez en España, el doctor Morales Conde realizó ayer una operación usando un sistema de telemonitoring que permite a otro profesional desde cualquier parte del mundo asesorar y dar instrucciones al colega que está en el quirófano. En su propio ordenador o tablet, a través de una aplicación, el especialista en el exterior recibe en tiempo real las imágenes de la cámara laparoscópica (o exterior si es cirugía abierta, ya que también se puede usar en ésta) que se está utilizando en el quirófano, donde el cirujano tiene un monitor con esta señal y un segundo en el que aparecen dibujadas –a modo de telesketch– las marcas y señales que el profesional de fuera hace con un puntero sobre las imágenes que recibe para guiar al compañero. Ayer, para el congreso, fue el médico italiano Antonello Forgione quien dio instrucciones Morales y se encontraba en el Salón de Actos del edificio de Gobierno del recinto, donde todo el auditorio asistía en vivo a la operación –en este caso vesicular– que se estaba realizando en el quirófano 33 del Hospital General. Para el doctor Morales Conde, esta tecnología tiene «dos objetivos fundamentales». Por un lado, permite «monitorizar a profesionales del propio centro que están empezando porque no siempre puede haber un experto en el quirófano o se producen urgencias y si ahora en un momento dado quieren hacer alguna consulta llaman por teléfono mientras que de esta forma el experto puede ver en tiempo real la operación y guiarla». Pero además, «un cirujano para formarse tiene que moverse por muchos sitios» porque en todo el mundo hay centros y profesionales de referencia especializados en determinadas técnicas. El propio Virgen del Rocío recibe a muchos para aprender técnicas en las que es referencia. «Si en vez de tener que venir muchas veces, o nosotros viajar para enseñarles, pueden aprenderla y luego guiarles en las primeras operaciones» y viceversa, el ahorro es claro. Aunque para Morales el principal ahorro es que mejorar las garantías de una intervención supone evitar complicaciones al paciente y con ello menos «ingresos por urgenciasy tiempo en quirófano y de hospitalización, lo que supone más pacientes que atendemos y menos listas de espera». Esta tecnología se está actualmente probando en el Hospital Niguarda de Milán, en una experiencia pionera de formación de los jóvenes médicos que trabajan en el norte de Rusia. En España, «es la primera vez que se usa y la primera vez en el mundo que se emplea en directo en un congreso». De momento, es un prototipo que los profesionales del centro sevillano están ayudando a testar con estas experiencias para plantear en el futuro la posibilidad de hacerse con esta tecnología. También hay aspectos por resolver que planteó, durante la intervención retransmitida al congreso, el director de la Unidad de Cirugía General del Virgen del Rocío, Javier Padillo:¿qué responsabilidad legal tiene el médico que guía a distancia al que está en el quirófano en caso de problemas? El doctor Forgione reconoció que ese asunto es una de las cuestiones a concretar aunque también señaló que el asesoramiento entre profesionales no es nuevo, aunque en este caso sea en tiempo real interviniendo directamente en las decisiones que se toman en el quirófano. Pero sin duda una de las tecnologías cuya aplicación médica más llama la atención es la de las Google Glass, aunque Morales también matizó que es la que está más incipiente, por cuanto «no es una tecnología médica y toda máquina que entre en un quirófano tiene que tener una certificación como tal». En el congreso no se ha probado su uso pero si se debatió sobre las posibilidades que ofrecen estas gafas con las que actualmente está experimentando el Instituto Lubeck de Brasil. Al igual que la telemonitorización, permitirían que un profesional fuera del quirófano reciba las imágenes de lo que ve el cirujano que está operando y lleva las Google Glass puestas. Gafas en las que a su vez podría recibir la información que su colega en el exterior le hiciera llegar o consultar un «atlas médico» virtual sobre la marcha. «Te puede mandar una imagen anatómica por ejemplo, para que la compares con lo que estás viendo sobre cómo debe estar, o en vez de mirar una enciclopedia, acceder a información que te remita, tutoriales con los pasos a seguir gráficamente», explica. Pero si la telemonitorización y las Google Glass son, de momento, el futuro, el uso de la tecnología 3D en cirugía «es ya el presente», según los doctores Padillo y Morales. Desde que se presentó en el congreso del año pasado, en el Virgen del Rocío se han realizado más de una veintena de operaciones en los que el equipo que opera lleva puestas unas gafas como las del cine y en el monitor ven en 3D la imagen de la microcámara utilizada en la cirugía con laparoscopia. La ventaja en este caso es que si ahora el cirujano «traduce mentalmente» la imagen del interior del cuerpo que ve en dos dimensiones a tridimensional para calcular profundidades y volúmentos de los órganos sobre los que actúa, con una imagen en 3D ya tiene las dimensiones reales. «Ahora usamos trucos como acercar y alejar la cámara para calcular. Con 3D los movimientos son más exactos» por lo que «es más útil cuanto más compleja es la operación», explica Morales, que el jueves también dirigió una operación con esta tecnología retransmitida en el congreso. Tras un año experimentando esta tecnología, se han saldado dos de las principales dudas que planteaba. «No sabíamos si el cirujano se iba a marear, pero son 30 segundos de adaptación, y luego nos preocupaba la internacción entre todos los dinstitos profesionales que intervienen en una operación porque si hay gafas para tres, el resto no está viendo la operación igual, por lo que se mantiene un monitor en dos dimensiones y otro en 3D», relata el doctor Morales. Con la prudencia que la situación económica impone, el director de la Unidad de Cirugía General no quiso asegurar que el 3D pueda implantarse ya de forma definitiva en el hospital este año pero sí reconoció que la solicitud oficial está hecha y presupuestada, por lo que la disponibilidad de recursos marcará el cuándo. En España, solo el Clínico de Barcelona cuenta ya con esta tecnología. Unas técnicas están más cerca, otras aún en fase de testar, pero no son ciencia ficción aunque lo parezca, como hace 21 años parecía extirpar una vesícula por el ombligo.

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