Los grandes empresarios del toreo, agrupados en la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (Anoet), han hecho hoy un llamamiento a la unidad de todos los estamentos profesionales para afrontar la "crisis estructural que amenaza muy seriamente el futuro del sector taurino". 
Foto: Antonio M. García
Durante un desayuno de trabajo convocado en la plaza de Las Ventas, los empresarios explicaron a la prensa especializada los motivos del llamativo comunicado que emitieron la semana pasada, en el que se aseguraba que el mundo del toro estaba "en quiebra" y que generó grandes críticas y polémicas.
"No se trataba de crear alarma ni pesimismo con el comunicado -explicó Manuel Martínez Erice, miembro de la junta directiva de Anoet- sino de dar un fuerte toque de atención sobre la delicada situación económica que atraviesa la fiesta de los toros en nuestro país".
Según la directiva Anoet, asociación que reúne a los empresarios de más de la mitad de las plazas de toros de España y Francia, "la dura realidad" les hace estar "desconcertados", por lo que decidieron enviar un mensaje colectivo "que haga tomar conciencia al resto de sectores en busca de soluciones unitarias y urgentes".
"Desde 2009 -argumentó en su turno Óscar Martínez Labiano- se ha producido un considerable descenso de espectadores que ha llevado a reducir también el número de espectáculos, generando un problema económico que abarca a todo el sector por los resultados deficitarios".
"La cruda realidad -continuó- es que, en plena crisis, los actuales costes de producción de los festejos taurinos son insostenibles y han llevado a las empresas a números rojos durante las últimas cuatro temporadas. Es verdad que todos los sectores del país han reducido sus ingresos, pero únicamente en el toreo no se han reducido también los costes".
"Estamos obligados entre todos a hacer una reestructuración importante, si queremos asegurar el futuro de este espectáculo, que sufre una crisis estructural, no coyuntural", matizó Martínez Labiano.
Por su parte, el francés Simón Casas aseguró que la gran mayoría de las ferias taurinas que ha organizado este año, a pesar de los óptimos resultados artísticos, han sido "claramente deficitarias".
Casas, que abogó por la transparencia de la gestión empresarial para demostrar tal crisis, acusó al sector de haber sido "profundamente inmovilista" y de manejarse con "conceptos obsoletos", hasta hacerle sentir "impotente desde una perspectiva que nos habla casi de una quiebra en la economía de la fiesta".
"Los costes de producción -recalcó también el francés- son inasumibles", especialmente los fiscales (con un IVA del 21 por ciento), los sociales y los administrativos, que en conjunto, aseguró, "suponen más de un cincuenta por ciento de los ingresos de taquilla. Sin subvenciones, otros sectores culturales habrían desaparecido en la misma situación".
Para Casas, es muy difícil para un empresario taurino sobrevivir en una actividad con tantas cargas generadas por las distintas administraciones, entre las que se encuentran las propiedades públicas de las plazas, que imponen muy elevados cánones e "imbéciles" pliegos de arrendamiento "elaborados por políticos que no han meditado esta realidad".
En tono autocrítico, Martínez Labiano reconoció que los empresarios taurinos han tenido "gran parte de culpa" de esta situación, por no tomar medidas en los años de bonanza, a lo que Casas añadió que también durante ese tiempo permitieron que "empresarios de sectores ajenos" pujaran desmesuradamente al alza en los arrendamientos de las plazas.
Los empresarios concluyen que, ante tan grave situación económica y frente a las "constantes amenazas políticas" que sufre la tauromaquia, "la urgente reforma estructural que se necesita sólo se puede hacer con la solidaridad, sin polémicas, de todos sus estamentos", por lo que aseguran que van a iniciar en breve un plan de trabajo en dicho sentido.
