«Este verano no tiene nada que ver con el pasado, como tampoco el primer trimestre de 2014 con respecto al de 2013». Con estas palabras, Álvaro Naranjo, directivo de la compañía Adecco, resume el que sería el sentir general entre las empresas de trabajo temporal sobre la campaña de contratación veraniega en Andalucía, un periodo muy estacional, sí, pero que permitirá a esta comunidad sacudirse la barrera del millón de parados registrados, según las previsiones del consejero de Economía, José Sánchez Maldonado. Otra cosa será si tal listón vuelve a superarse allá por mediados o finales de septiembre próximo, cuando concluye la temporada alta en el turismo. ¿Ocurrirá? Las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) tenían contabilizados a cierre de abril pasado 1.051.780 desempleados y sólo las estimaciones de contratos realizadas por las tres mayores ETT en España vaticinan que, en efecto, del millón se bajará, si bien no subir de nuevo este umbral dependerá de cuánto se alargue la temporada estival para empalmarla con la navideña, y aquí estará la clave de la evolución del empleo para el conjunto de 2014, según comenta Álvaro Naranjo. En concreto, a pocas semanas del inicio de la temporada estival, Randstad calcula que durante julio, agosto y septiembre generará 50.700 contratos temporales en Andalucía, con un crecimiento del 18 por ciento respecto a la de 2013. Adecco habla de 18.500 y estima su incremento en un 20 por ciento. Por último, Manpower vaticina una subida aproximada del 15 por ciento, si bien es política de empresa no dar datos absolutos sobre los contratos tramitados. Entre unas y otras, no menos de 80.000. Julia Rodríguez, directora de Operaciones para el Área Levante y Sur de Manpower, y Álvaro Naranjo, director de Hostelería y Eventos en la firma Adecco, resaltan un hecho diferencial respecto a otros veranos del largo sexenio de crisis económica: las compañías comienzan ya a contratar para cubrir las vacantes de su plantilla por vacaciones veraniegas, en vez de tirar de sus propios trabajadores para así no incrementar los gastos laborales. ¿Y qué significa? Que auguran un repunte de la actividad, de la demanda, de la economía. «Los datos actuales de contratación nos muestran que las previsiones son francamente buenas en Andalucía. Nuestros clientes nos están solicitando los planes de preparación de campaña verano y sustitución de vacaciones. Estas dos circunstancias no se daban desde hacía años, ya que los bajos niveles de producción y consumo no hacían necesario recurrir a contratación para las sustituciones vacacionales», comenta Rodríguez. «Antes las empresas se ajustaban con su personal propio, pero hay un cambio de tendencia que ya pudimos observar para la Semana Santa», según apostilla Naranjo. Las tres principales ETT coinciden en otra novedad: la industria también se viene arriba. «El análisis de Randstad pone de manifiesto que el sector industrial contratará personal, en la mayoría de los casos, para actividades de logística y distribución», aseveran en esta compañía. Desde Manpower apuntan, además, a las industrias de envases y embalajes y la agroalimentaria, tal y como destacan también en Adecco. «Este año añadimos la industria que, como hemos podido ver en el primer trimestre, está experimentando un crecimiento notable en su actividad», dice Rodríguez. Pero el verano es el verano y aquí, en Andalucía, el principal empuje laboral viene de la mano del turismo y, en menor medida, del comercio por las rebajas estivales, que tienen en julio su mes estrella, y continuidad a lo largo de agosto septiembre, en cambio, es nueva temporada para el segmento que más tira: moda. «Los puestos que más se ofertan varían en función de la zona en la que nos centremos. En las más turísticas destacan aquellos relacionados con el sector de la hostelería y resaltan camareros, guías o personal de hoteles». El comentario de Julia Rodríguez lo suscriben en Adecco y Randstad: auxiliar de limpieza de cocina, ayudante de cocina, mozo de habitación... «Y los idiomas son cada vez más y más importantes», apostilla Naranjo. «En la actualidad, además de pedirles a estos trabajadores experiencia y profesionalidad, otras cualidades cobran cada vez más fuerza, como la orientación al cliente, pues en estos momentos es de vital importancia la fidelización de los mismos», explican en Randstad. Cabe apuntar, también, la oferta de «perfiles administrativos en general, y de recepcionistas y secretarias/os en particular para cubrir los periodos de vacaciones, independientemente de la actividad económica», añaden en Manpower. Y la banca también requiere cajeros y auxiliares contables, suma Randstad. No olvidamos tampoco otros negocios auxiliares del turismo que demandan trabajadores especialmente en esta época del año: operarios de rampa y de venta de billetes, mozos de equipaje o auxiliar de catering. Con las rebajas en las tiendas, éstas también requieren vendedores y reponedores. Son fechas, por último, de mayores peticiones en el sector agrario andaluz, principalmente para puesto de peón, dado que se concentran en verano las grandes producciones de la agricultura de regadío. Por tanto, el verano se afronta con optimismo, «y sí, se incrementarán las contrataciones, y esperemos que las campañas veraniega y de Navidades se empalmen», confía Naranjo. «A día de hoy las previsiones son algo superiores que las que vimos el año pasado. Destacaríamos que, a pesar de que los últimos años las empresas tenían cierta tendencia a retrasar la toma de sus decisiones en cuanto al inicio de la puesta en marcha de sus campañas de verano, este año la mayoría de clientes nos anticipan intenciones de aumentar ya la contratación», concluye Rodríguez. Obligados. El perfil del trabajador temporal de verano ha cambiado. La principal razón: la larga crisis económica, que lanza a la calle a buscar un trabajo por obligación y hasta por desesperación. Habla Julia Rodríguez, de Randstad. «Tradicionalmente la temporada de verano ha sido utilizada para satisfacer necesidades económicas o para adquirir experiencia en un primer contacto laboral. El perfil sigue siendo mayoritariamente el de estudiante, pero ha habido modificaciones. A día de hoy, nos encontramos con perfiles de todas las edades y con variedad de cualificaciones y años de experiencia». A los candidatos que antes solían buscar trabajo en esta época, agrega, se añaden aquellos que han consumido la prestación por desempleo y se ven, pues obligados a salir a la calle.