La controvertida reforma acometida por el Ayuntamiento a principios de año en el entorno del Casino de la Exposición está empezando a dar problemas más serios que los meramente estéticos. La eliminación de los acerados de las calles asfaltadas han dejado algunas ventanas de los sótanos del edificio al mismo nivel del suelo, lo que ha provocado que algunas zonas bajas del Teatro Lope de Vega, como las que albergan la sastrería, hayan sufrido inundaciones, debido a la entrada de aguas por las intensas lluvias de las últimas semanas.
A este problema se suman las humedades que están surgiendo en el edificio desde que se asfaltó todo el entorno hasta los muros del inmueble. De hecho, la delegada de Cultura, Mar Sánchez Estrella, ya advirtió el pasado mes de septiembre de que esta reforma requeriría de una contrarreforma, ya que al carecer de acerados el nuevo entorno, las precipitaciones podrían causar fuertes humedades en el edificio.
Y a pesar de que los alrededores se adecentaron con motivo de las galas del Festival de Cine Europeo que acogía el Lope de Vega, lo cierto es que mientras se proyectaban películas en el teatro, la lluvia accedía a las zonas bajas, según fuentes consultadas por este periódico.
Desde el Consistorio explicaron a El Correo que ya se ha intervenido en la jardinería del entorno, que presentaba numerosas deficiencias como falta de tierra suficiente y de riego automático, si bien Urbanismo, Cultura, Patrimonio y Parques y Jardines están ultimando un proyecto que se ejecutará con cargo a los presupuestos del próximo año, según indicaron desde el servicio de prensa municipal.
El pasado mes de septiembre el Ayuntamiento confirmó que volverá a reformar la zona, a fin de reparar la desafortunada peatonalización y recuperación del entorno del Casino de la Exposición, una obra en la que ya invirtió 300.000 euros y que fue adjudicada en noviembre de 2011 y recepcionada en marzo de 2012.
En un primer momento, y a la vista del espantoso resultado de estos trabajos, la Gerencia de Urbanismo responsabilizó a la empresa constructora Easy2000 de errores en la ejecución, si bien ésta respondió que la obra fue entregada al Consistorio sin que se pusiera ninguna pega y que, además, se habían ajustado al proyecto original que se le encargó.
Después, el Ayuntamiento se defendió del desacierto estético de este proyecto alegando que el diseño urbanístico fue responsabilidad del anterior Gobierno local (PSOE-IU), aunque fue el del PP quien lo adjudicó y ejecutó.
También argumentó que de haber paralizado las obras para mejorarlas, en lugar de adjudicarlo en noviembre, no se habrían podido cumplir los plazos del Plan Proteja -que financiaba las obras- y se habrían tenido que devolver los aproximadamente 300.000 euros destinados a esta zona a la Junta de Andalucía, que era quien ponía el dinero.
Finalmente volverán a ser fondos públicos los que solventarán el entuerto. La nueva reforma repondrá además algunos bolardos que han desaparecido desde que se instalaron, a fin de evitar que la zona se convierta en un aparcamiento público. Todavía se desconoce cuál será el presupuesto de esta actuación y la fecha exacta.
