Local

Las lluvias de abril y el sol de mayo

Me ha gustado que en plena primavera, todavía con ese temblor que precede a los calores en Andalucía, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, le haya hecho un homenaje inconsciente a don Antonio Machado al afirmar que los brotes verdes de la...

el 16 sep 2009 / 03:20 h.

Me ha gustado que en plena primavera, todavía con ese temblor que precede a los calores en Andalucía, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, le haya hecho un homenaje inconsciente a don Antonio Machado al afirmar que los brotes verdes de la recuperación económica están al llegar. Es, desde luego, un síntoma de sensibilidad poética que se queda sencillamente en eso: en una feliz ocurrencia que de ser cierta representaría además una alegoría propia de El jardín de las delicias, de El Bosco, seguramente la joya más sugerente del ideal de cuantas encierra el Museo del Prado.

En un mundo que ha dejado de creer en los milagros y en los poderes de los magos, hay que ser verdaderamente un muy osado taumaturgo para entrever que al olmo seco en que nos ha convertido la crisis económica algunas hojas verdes le han salido. Ni con las lluvias de abril y el sol de mayo ha ocurrido ese otro milagro de la primavera, por mucho que la señora Salgado intente tranquilizar a los españoles ante la cita electoral del 7 de junio, recogiendo a su manera la bella sinécdoque del inmortal poeta sevillano. Es lo cierto que parece que el Gobierno vive en un país distinto al del resto de los españoles. Los problemas siguen siendo los mismos que hace unos meses cuando la crisis dio el primer bufido. No hay día en que no amanezca una nueva mala noticia ni se palpan las famosas medidas que remedien las carencias financieras de las empresas, por no hablar del desempleo creciente con cifras que nos abruman, ni de la caída del consumo familiar, muchos de cuyos hogares las están pasando canutas.

Ese país en el que habita el Gobierno debe ser desde luego la arcadia feliz no transitable para los demás mortales. Pero es tal el poder de sugestión del presidente del Gobierno y de algunos de sus ministros que a veces hemos de pellizcarnos para caer del guindo de los sueños y comprobar que, en efecto, seguimos asediados por la mayor crisis económica que ha conocido España desde la Guerra Civil.

Los trajes a medida gratis total, la maldita gripe A, los perversos experimentos nucleares del loco norcoreano y otras divagaciones periodísticas dignas de las primeras páginas, están relegando las noticias de la crisis económica a segundo término. Y si faltaba algo para el duro, ahora estamos entretenidos con los mensajes barriobajeros que se lanzan de tribuna a tribuna los líderes en campaña. Ni menciono lo que pudiera ocurrir esta noche en el Olímpico de Roma porque a los del Madrid nos puede poner de los nervios. Por si acaso, a las nueve menos cuarto estaré en la cama sintonizando Radio Clásica. Y mañana será otro día.

Antes de que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador" quisiéramos que los brotes verdes de la economía hayan florecido y sus frondosas ramas den ya sombra y acabe esta pesadilla angustiosa e interminable de la que se ha contaminado el universo mundo y que en España padece fiebres altas y pronóstico de larga enfermedad. Pese a las lluvias de abril y el sol de mayo.

Periodista

gimenezaleman@gmail.com

  • 1