Thabo Mbeki, sucesor de Nelson Mandela y segundo presidente negro de Sudáfrica, se verá obligado a dejar la Jefatura del Estado en los próximos días a petición de su propio partido, en el que se libra desde el año pasado una fuerte lucha interna. Esta decisión dejará un panorama incierto en la política y la economía del país.
En diciembre pasado Mbeki perdió la presidencia del Congreso Nacional Africano (CNA) frente a Jacob Zuma, que representa al ala izquierdista del partido, que ha sido acusado de corrupción, aunque en dos ocasiones, la última el viernes pasado, ha conseguido que los tribunales le retiren los cargos por defectos de forma.
En esta lucha, la ejecutiva del CNA, que dominan los izquierdistas, acusó a Mbeki de conspirar para impulsar el procesamiento por corrupción de Zuma, candidato del partido y favorito para los comicios presidenciales de 2009, y el sábado le pidió que dimitiera.
La portavoz de Mbeki, Mukoni Ratshitanga, subrayó que Mbeki dejará la Jefatura del Estado una vez que "se cumplan todos los requisitos constitucionales", en respuesta a la petición de dimisión que le ha hecho su grupo.
Mbeki ha convocado para hoy a su Gobierno, del que muchos de sus ministros podrían seguir sus pasos y renunciar, antes de que el Parlamento se reúna en los próximos días para formalizar los cambios y, probablemente, designar a la titular de la Asamblea Nacional, Baleka Mbe-te, como presidenta temporal del país. El secretario general del CNA, Gwede Mantashe, anunció que el partido había decidido pedir la renuncia de Mbeki por impulsar una conspiración.