Un grupo de psicólogos reunidos en Santiago de Compostela en unas jornadas sobre los aspectos clínicos, sociales y culturales de las manías, ha llegado a la conclusión de que éstas son necesarias para el desarrollo normal de un individuo ya que generan "placer y evasión del dolor" y, por tanto, sólo pueden llegar a ser "muy dañinas" si degeneran en una patología.
Uno de los expertos en las jornadas abordará Leer al Quijote como locura, ya que este personaje literario refleja de forma brillante algo que todo el mundo lleva dentro. Así, en cada individuo está presente la idealización de la realidad que representa el caballero de la triste figura, mientras que también los pies en la tierra de Sancho, aunque en el fondo haya un deseo de ser Don Quijote
el don de la locura.
Muchos estudiosos destacan la creatividad como uno de los valores del maniático, algo que para algunos es considerado como un don, como demostraron personajes como Ernest Hemingway, Tenessy Williams o Van Gogh en sus diferentes actividades artísticas. Lo malo es que aunque parezca un don no es garantía de curación ya que las manías pueden derivar en trastornos clínicos bipolares o depresiones, además de hacerse latente en un excesivo estado de euforia con un sentimiento de grandiosidad, hiperactividad, o hipersexualidad, con lo que se recurre a la farmacología y psicoterapia.
De cualquier forma, los expertos inciden en que las manías se corresponden con la "búsqueda del placer y evitar el dolor". Por ello, la psicóloga María da Cruz Cabada destaca el hecho de que puede llegar a evitar suicidios por "la ayuda y escape que suponen en momentos de infinito dolor".