El déficit del Estado se redujo a casi la mitad entre enero y julio y se colocó en el 2,44% del PIB (25.774 millones), en un momento en el que se ha acelerado la recaudación por el IVA, tras la subida desde el 1 de julio.
El Ministerio de Economía publicó ayer los datos de la ejecución presupuestaria del Estado, que muestran que en el primer mes de subida del IVA los ingresos por este impuesto aumentaron el 95,4% respecto a julio de 2009 y un 42,2% en los siete primeros meses si se comparan con el mismo periodo del ejercicio anterior.
No obstante, fuentes de Hacienda explicaron que el alza del IVA aún no se refleja en los ingresos, ya que lo recaudado en julio no se liquida a la Agencia Tributaria hasta agosto y septiembre en el caso de las grandes empresas y hasta octubre en las pymes.
El déficit del Estado se debió sobre todo al aumento de los ingresos, un 34,4%, hasta 77.899 millones, frente a unos gastos un 3,8% menores, de 103.673 millones.
En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional-, el Estado registró hasta junio un déficit de 29.681 millones, un 41,74% menos del que tenía en el mismo periodo de 2009 (50.946 millones).
Entre enero y julio la recaudación neta de las Administraciones Públicas -Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos- ascendió a 104.166 millones, el 10,4% más.
Los ingresos por impuestos, que supusieron el 92,1% del total y llevan cinco meses seguidos creciendo, se elevaron un 14%, según Economía, por las medidas de consolidación y la "estabilización" económica.
En julio, destacó el aumento que registró la recaudación por IVA, aunque no se refleje aún en estas cuentas. Así, los ingresos por este impuesto casi se duplicaron (subieron un 95,4%) frente a julio de 2009, mientras que la recaudación acumulada de los primeros siete meses creció el 42,2%, a 31.900 millones.
El Ministerio cree que en este aumento ha pesado el descenso de las devoluciones respecto al año pasado -por las menores solicitudes de devolución- y también la "mejora de la actividad económica", que se tradujo en un aumento del 5% de los ingresos brutos por este impuesto.
Los impuestos directos generaron hasta julio 50.885 millones, un 3,3% más. La recaudación por el IRPF aumentó el 5,3% hasta 41.856 millones, que se explica por el efecto de las medidas fiscales como la supresión de la deducción de los 400 euros -excepto a las rentas más bajas- o la subida de la retención aplicable al capital, del 18% al 19%. También por el menor importe de las devoluciones.
Por el contrario, sigue reduciéndose lo ingresado por el Impuesto de Sociedades, que grava la actividad de las empresas, que ascendió a 6.247 millones, el 9,8% menos.
Los ingresos por los impuestos especiales aumentaron el 5,7%, hasta 11.471 millones, empujados por el impuesto sobre el tabaco (7,9%) y de hidrocarburos (4,4%).
En el capítulo de gastos, bajaron un 2,5% por un menor volumen de transferencias corrientes (el 4,4% menos) y de capital (que subieron el 4,6% más).
Los gastos de personal aumentaron el 3,1%. Los sueldos del personal de la Administración crecieron un 1,3%, casi un punto menos del incremento registrado un mes antes.
