Economía

«Las multas preceden a la preocupación ambiental»

El director general de la firma de depuración de aguas residuales industriales Cyclus ID lamenta que la mayoría de los empresarios acudan a sus servicios cuando ya los problemas medioambientales «son graves» y reclama más concienciación ciudadana

el 16 ene 2010 / 17:03 h.

-Son tiempos de ahorros en las empresas. ¿La crisis económica se muestra incompatible con el respeto al medio ambiente?
-Incompatibles no, pero sí afecta. Los industriales concienciados mantienen su filosofía, aunque al final las empresas comienzan recortando por aquello que no produce y por los costes fijos.

-Cyclus está radicada en la localidad de Morón de la Frontera, que ha tenido no pocos episodios de polémica por los vertidos de sus aceituneras. ¿Están realmente las empresas interesadas en el medio ambiente?
-No se puede generalizar ni en Morón ni en ninguna otra parte. Hay clientes que sí acuden a Cyclus para realmente invertir, porque están preocupados, pero son la minoría. La mayoría ya acude a nosotros cuando los problemas están muy maduros, incluso con sanciones previas por parte de las administraciones. Consideran la depuradora una exigencia administrativa que hay que acatar.

-Cyclus es una empresa que no pasa siquiera la edad de la comunión. De hecho, acaba de ser galardonada por la Asociación de Jóvenes Empresarios por su trayectoria. ¿Cómo se inició su historia?
-Fui el principal promotor de Cyclus, hace ahora diez años. Era funcionario, pero siempre había tenido gran interés por el medio ambiente y especialmente por el agua. Busqué un equipo universitario y técnico y comenzamos a investigar quizás en lo más complejo: depuración de los residuos con mayor carga contaminante que quedan en los vertederos urbanos, los lixiviados. Compramos un laboratorio de segunda mano, y ahí comenzó todo.

-¿Con qué ayudas?
-Un par de amigos y familiares me prestaron la ayuda y después entró la sociedad de capital riesgo Invercaria, que tiene el 15% del accionariado, mientras que yo poseo un 85%. Nuestros dos primeros años fueron malos, porque partíamos de cero dentro de un sector, el del agua, en el que operaban más de cuatro mil empresas. Gracias a nuestra primera patente, un sistema de depuración en ocho fases, y a una subvención a fondo perdido, instalamos en El Coronil una planta para depurar purines de cerdo.

-¿Las claves para que Cyclus se hiciera un hueco?
-Dos. Nuestro proceso de depuración hace frente a la complejidad y la elevada contaminación de los lixiviados y el coste del metro cúbico depurado se sitúa por debajo del de evaporación en balsas, sistema este último usado mayoritariamente en los vertederos que las mancomunidades adjudican a la gestión privada.

-¿Se atisba cierto resquemor en esas palabras?
-Es que pese a los riegos medioambientales y sanitarios de la evaporación de los residuos en los vertederos, por parte de las administraciones siempre hay desconfianza hacia los nuevos sistemas porque los experimentos aumentan los gastos de explotación y ellas quieren minimizar el impacto de cara a la factura de los ciudadanos. Éstos, por su parte, no entienden que una mejor gestión de los residuos repercuta en el recibo de la basura, en el bolsillo. Hace falta una labor de sensibilización e información.

-Entonces la administración como cliente no es fuerte...
-La industria y, en especial, la agroalimentaria, nos aporta el 90% de nuestra facturación y el sector público es una excepción. Por ejemplo, estamos realizando un proyecto que pondrá en valor los residuos de aguas urbanas en la Comunidad de Madrid, para el Canal de Isabel II.

-Volviendo a las aceituneras, años y años llevan investigando un sistema eficaz de depuración sin conseguirlo.
-En este terreno, el currículo de la industria aceitunera es penoso. Se trata de un sector, ahora muy dañado por los precios de la aceituna, cuyos vertidos del aderezo, que son muy complejos por su elevado contenido en sales, requieren inversiones altas para ser eliminados. Se han hecho muchos intentos, pero no ha cuajado ninguno al cien por cien. Una misma fábrica puede superar la docena de aguas diferentes. Nosotros desarrollamos una planta de depuración en Dos Hermanas que funcionaba. Diecisiete compañías enviaban aguas homogéneas. Con el tiempo enviaron todo tipo de vertidos sin control, para los que no estaba preparada. El resultado, se paralizó. Esto nos supuso un gran daño comercial. La falta de interés en algunos es una rémora para la industria.

-¿Realmente funcionaba?
-Sí. Sistemas muy similares los hemos implantado en mataderos, almazaras o plantas de biodiésel. Pero hemos dejado de lado el aderezo. Y no sólo había depuración, sino también aprovechamiento de los residuos que repercutía en ingresos: compost o reutilización de la salmuera...

-La agroalimentaria, pues, es una industria vital para Cyclus.
-Un 70% de sus ingresos procede de esta industria. En almazaras somos líderes, los que más plantas depuradoras hemos montado. Y los proyectos son llave en mano, salvo la obra civil, y en los que la I+D+I, lógicamente, es fundamental, da soporte a cada uno de los encargos, ya que cada oferta es a medida. De hecho, en diez años de existencia, ninguno de los sistemas de depuración implantados es igual a otro, y eso es muy complejo, porque cada agua tiene su propio DNI.

-¿Qué hay del exterior?
-En Marruecos nos hemos adjudicado una planta para una industria conservera de pescado. El objetivo es abrirnos al exterior, en Francia, Italia, donde hemos suscrito un acuerdo de investigación con la Universidad de Padua y un centro de tecnología, en México, con potencial interesante en los mataderos, y Perú, donde hemos ofertado para depurar aguas urbanas en poblaciones de montaña. Pero los contratos aún no han cuajado. En España hemos creado una empresa específica, Cyclus BCN, para Cataluña en asociación con el Centro Tecnológico Leitat. Se trata de nuestra primera filial.

-¿Y la crisis cómo afecta?
-Tenemos que corretear a los clientes para cobrar. Aun así, 2010 lo cerraremos con dos millones de euros de facturación, frente a los 1,5 millones de 2009.

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