El clima y el hombre tienen la norma no escrita de que en verano, cada noche, toca tregua. Las temperaturas bajan cuando el sol se marcha y los humanos pueden así conciliar el sueño y rendir al día siguiente. Pero hay días, como ayer, como hoy y como mañana, en los que el calor se salta a la torera el cese de hostilidades. Cuando el mercurio llega a los 24 o 25, no hay quien pare. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado en los 20 grados el límite para un descanso razonable; más allá de esa frontera, aguarda el desasosiego y las vueltas y revueltas en la cama.
Entonces comienza la reacción en cadena: dolor de cabeza, de espalda, cansancio al despertar, irritabilidad, estrés, mareos, bajadas de tensión... "Es el efecto lógico de cambiar de postura muy rápidamente cuando hay mucha temperatura en un cuarto, porque eso provoca que se dilaten las arterias y las venas y baje la tensión", explica Alfonso Zaragoza, técnico de la campaña Combatir el calor está en tus manos, del Ministerio de Sanidad.
El propio Gobierno aconseja: "Duerme lo que necesites para estar descansado al día siguiente", como uno de sus trucos para pasar el verano lo mejor posible pero... ¿qué hacer para que el insomnio no se presente?
La respuesta: hay que enfriar la habitación antes de ir a dormir y durante la noche, abriendo ventanas o instalando ventiladores. Si el bochorno ya no es soportable, será bueno mojarse la nuca con agua fría al acostarse. Es recomendable no hacer cenas copiosas, evitar el alcohol y los productos con cafeína antes de ir a dormir, hacer ejercicio regular -que canse el cuerpo- y leer o escuchar música para relajarse. "Sería recomendable -añaden- contar con un colchón y una almohada apropiados, evitar la entrada de ruidos exteriores en el cuarto y no dormir siestas de más de 40 o 45 minutos".
un grado menos. La intensidad del calor en las noches es el colofón a los días de bochorno que está sufriendo Sevilla. Tras 48 horas (domingo y lunes) en alerta naranja, hoy será la amarilla la que se aplique en la provincia, ya que se espera que las temperaturas máximas no superen los 39 grados (la naranja se decreta cuando el mercurio supera los 40 durante al menos tres días consecutivos). La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) predice que la mínima, sin embargo, seguirá siendo muy alta, con 24 grados, lo que incrementará la sensación de agobio.
Mañana, miércoles, se augura un día calcado al de hoy, en el que sólo se notará un descenso de un grado en la temperatura media. Sin embargo, esa bajada es importante porque supone el inicio de al menos cuatro jornadas, hasta el domingo, en las que Sevilla registrará entre 19 y 37 grados; será la primera vez en dos semanas en que se baje de los 20 grados durante la noche.
En el caso de los índices de rayos ultravioleta, que pueden causar problemas en la piel e insolaciones, Sevilla se mantiene hoy en los 10 puntos sobre 11, lo que aconseja la ingestión constante de líquidos y el uso de protectores y sombreros.
