¿Qúe es la música? "Es el antídoto para esta vida de sufrimiento" Contesta tajante el vocalista de The News. Si ves a un hombre restregándose por el suelo y dando gritos no te asustes, es Quentin Gas, el líder de esta banda sevillana en uno de los muchos conciertos que ha dado en Sevilla y fuera de la ciudad. Espectáculo cien por cien. Los jóvenes músicos de hoy saben que todo está inventado, en la música también. Por eso ellos no tienen la intención de destacar ni aportar nada distinto, lo único que quieren es disfrutar y vivir haciendo lo único que saben hacer en esta vida: cantar.
Y si puede ser encima de un escenario, mejor que mejor. Los directos para los grupos que están empezando son la carta de presentación perfecta: "El directo es puro, con sus defectos y sus virtudes y con la indescriptible sensación de conexión con el público" comenta Mafy, una joven cantante sevillana de pop rock andaluz. Los conciertos en vivo son un valor añadido a la calidad del grupo. El mismo Quentin Gas habla de ello: "El directo no es sólo hacer música, es todo un espectáculo".
Su banda de rock and roll con cierto aire punk lleva tres años y medio demostrando al mundo -nacional- lo que muchos sevillanos tienen y pocos se atreven a demostrar o tienen la posibilidad de hacerlo. Porque entrar en el mundillo de uno de los siete artes es más que difícil. La delicada situación económica por la que está atravesando hoy día el país no ayuda en nada a una industria, la musical, cada vez más perjudicada por las descargas ilegales en internet y el pirateo. La ciudad no es menos en ese sentido tampoco, y sufre ese estado de incertidumbre.
Ante él, jóvenes promesas de la música se rebelan y alzan la voz más que nunca con tal de hacerse un hueco en el híper poblado universo discográfico. "Hay miles de grupos buenos y todos queremos entrar. Es la ley de la jungla", afirma enérgico Quentin Gas. Estrellas no faltan. Pero en la capital andaluza hay mucho nivel oculto, listo para ser explotado. Hacerlo solos es misión imposible: "Hoy en día, intentar lanzarse del modo independiente es un suicidio", explica Mafy. Para Cristóbal Colom, cantante de Mañana, el factor suerte juega un papel importante en este negocio. "Es decisivo estar en el momento adecuado en el lugar adecuado", asegura.
La vida está llena de paradojas, y lo que está minando al complejo engranaje de la industria, internet, es la herramienta que ha posibilitado que muchos principiantes se den a conocer a través de las redes sociales como My Space o Facebook. En ellas publican sus canciones, las fechas de sus conciertos y mantienen comunicación directa con sus fans. "Es el presente y el futuro", afirma Cristóbal. "Es básico", le sigue Mafy, "yo estoy en todas las plataformas sociales". Pero ya lo dice Quentin Gas, "Puede ser un arma de doble filo", ya que hasta el vecino de toda la vida tan pesado con sus ensayos de trompeta del interminable último curso del conservatorio puede promocionar su arte en la red. "Te enfrentas a la masificación, pero también te da la oportunidad para que mucha gente te conozca totalmente gratis", comenta el cantante de The News.
Rock and roll, pop y folk rock emanan por todos los poros de la piel de los componentes de estos tres grupos noveles de cuna sevillana. Si fuera posible viajar en el tiempo y regresar a la década de los ochenta seguro que más de uno sería descubierto con un vinilo de Bob Dylan, Jimi Jendrix o The Doors entre las manos en lugar de un biberón con leche, como el resto de los mortales. Y es que, pese a que se formaron como bandas ya iniciado el siglo XXI, llevan mamando música desde que eran bien chicos. "Ha sido mi hobby desde que era pequeño. Ahora se ha convertido en un vicio", confiesa el "melómano" de Cristóbal. Pasan entre nosotros y parecen personas comunes, pero no lo son. La lista de prioridades de estos grupos noveles es clara: "Música, novio, familia y salud", explica entre risas Mafy.
Para ellos es más que un negocio, no es simplemente una forma de vivir, es la única forma que conocen; no hay elección para los que sienten la música a un nivel tan íntimo. Por eso no se cansan de intentarlo, luchando día a día y rezando al dios del compás para que finalmente suene -nunca mejor dicho- la flauta: ¡La oportunidad que estabais esperando ha llegado! Que empiece el espectáculo.
