Local

Las obras en la Florida destapan las casas de un arrabal del siglo XIV

A Sevilla le ha renacido un nuevo barrio, el de Benialofar. Lo han desempolvado los arqueólogos que sondean los más de 4.300 metros cuadrados de la manzana de la Florida como paso previo a una promoción con parking. El arrabal es como el del barrio de Santa Cruz, con callejas y adarves.

el 15 sep 2009 / 17:01 h.

TAGS:

A Sevilla le ha renacido un nuevo barrio, el de Benialofar. Lo han desempolvado los arqueólogos que sondean los más de 4.300 metros cuadrados de la manzana de la Florida como paso previo a una promoción con parking. El arrabal es como el del barrio de Santa Cruz, con callejas y adarves.

La evidencia empírica ha confirmado lo que hasta ahora no pasaba de las fuentes históricas: que entre las puertas de Carmona y de la Carne, ya extramuros, existió una vez un arrabal que posiblemente reaprovechara edificaciones almohades precedentes y que se bautizó como el arrabal mudéjar de Benialofar.

Ese barrio, que presenta un urbanismo prácticamente calcado al del barrio de Santa Cruz, es decir, a base de callejas y adarves de no más de dos metros de ancho, ha podido ser localizado gracias a las catas arqueológicas previas en en solar de la Florida, donde se construye una promoción de 84 viviendas con tres plantas subterráneas de aparcamiento, lo que está permitiendo a los arqueólogos bajar hasta los seis metros de profundidad, extrayéndole así todo el jugo documental al solar.

La intervención, dirigida por Manuel Miguel Silva y con Francisco Borja y Miguel Ángel de Dios como coordinadores, está resultando especialmente reveladora porque, salvo en el caso del solar del mercado de la Encarnación, es sumamente difícil poder excavar en un espacio abierto tan potente como el de la Florida, que cuenta con 4.373,88 metros cuadrados.

El arrabal de Benialofar, citado en su obra por la profesora de la Hispalense Magdalena Valor Piechotta, que valora como una "gran noticia" el hallazgo "pues sabíamos que existió, pero no se habían hallado evidencias hasta ahora", se extendía según lo que se sabe ahora a escasos metros de la Puerta de Carmona, hacia su flanco derecho, quedando en el izquierdo y no muy lejos el convento de San Agustín y, entre ambos, los caños de Carmona (hoy calle Luis Montoto), que abastecían a la ciudad con el agua llegada de Alcalá de Guadaíra.

"El arrabal se asienta aprovechando parte de la vaguada natural del arroyo del Tagarete, por lo que las construcciones aparecen aterrazadas o escalonadas", describe el arqueólogo Miguel Ángel de Dios, quien sostiene que, a falta de un procesado mayor de la información, pueden advertirse unas doce viviendas, articuladas todas en torno a sus patios, y unas cinco calles y/o adarves.

"Hablamos de un arrabal netamente doméstico, de nivel más bien medio o bajo, lo que se aprecia perfectamente en el nivel de los restos aparecidos", aclara, al tiempo que valora que "lo más interesante es la información arqueológica que estamos recabando, porque los suelos, pavimentos, restos de muros, pozos y poco más elementos desempolvados están pobremente conservados y sus fábricas no son demasiado buenas".

Quiere el arqueólogo decir que el arrabal se documentará, referenciará, fotografiará, dibujará y procesará, dando lugar a un estudio que bien merecería la pena publicar cuando esté listo, pero más allá de esto, es decir, plantear su musealización, no parece procedente a la vista de la calidad de los restos y su interés real para el visitante potencial.

De todas formas, el destino de los restos le corresponde valorarlo a Cultura, que como corresponde está inspeccionando periódicamente la excavación.

Dicha excavación se está abordando a través de una batería de sondeos -hasta catorce- que certifican que bajo el edificio que hasta hace poco hemos conocido -erigido en 1873- no hubo más construcciones precedentes que las del arrabal de Benialofar porque, a raíz de su abandono en el siglo XV, la zona se convirtió en un vertedero (muladar) de tal calibre que ya en la Sevilla de la Ilustración se alertaba del grave problema que suponía la zona para la salubridad pública. Y bajo tanta basura se escondía el arrabal mudéjar de Benialofar, que por unos meses respira aire fresco.

  • 1