El saturado tráfico en los primeros kilómetros de la A-49 ya no se verá más afectado por las obras de los dos nuevos puentes de la autopista, porque las actuaciones que quedan para concluir el proyecto no necesitarán cortar la circulación, como se hizo puntualmente en los últimos meses, aunque siempre en horario nocturno.
Los conductores que hayan sido testigos de estos trabajos desde que, en octubre de 2007, comenzara la reconstrucción de los dos pasos superiores de la autopista entre Camas y Tomares y en Castilleja de la Cuesta se alegrarán al conocer esta noticia, puesto que, según confirmó la Demarcación de Carreteras, todas las operaciones que quedan se harán sin incidir en el tráfico del tronco de la A-49. Por tanto, "pasarán desapercibidas para los usuarios de esta vía" donde las incidencias son diarias, bien sea por los efectos de las obras o por los numerosos accidentes de tráfico que registra una ruta por donde circulan a diario más de 100.000 vehículos en ambos sentidos.
Las mismas fuentes precisaron que la perturbación será "mínima" para los vehículos que utilicen los enlaces en proceso de mejora. Los coches ya llevan unos meses haciendo uso del nuevo puente entre Castilleja de la Cuesta y Tomares que se abrió al tráfico en diciembre de 2008, tras lo que se procedió al derrumbe de la antigua estructura.
Similar operación se realizó con el paso entre el barrio de Coca de la Piñera (Camas) y Tomares, que también fue derruido, aunque los vehículos no podrán usar el nuevo puente hasta finales de este mes o principios de abril, que es cuando calculan los responsables que estará listo. Sí lo emplean ya, por su parte central y sin ningún tipo de peligro, los viandantes.
Lo que sí se acometieron, y con resultados satisfactorios, fueron las pruebas de carga en el nuevo puente, que se realizaron incluso con mayor agilidad de lo previsto. En un principio se abrirá la intersección de Coca de la Piñera con un estrechamiento provisional y tráfico alternativo, a la espera de concluir el relleno de la parte del estribo ya demolido y poder dejar abierto el paso en ambos sentidos independientes con la anchura adecuada.
Pese al lluvioso invierno padecido, desde Demarcación de Carreteras señalan que el plazo es "sensiblemente igual al aprobado", si bien no detallaron la fecha final prevista para recuperar la total normalidad en la circulación de la autopista, que lleva en obras casi un año y medio.
En cualquier caso, una vez que se abran al tráfico las nuevas estructuras de cruce quedan varias operaciones por realizar entre las que destaca en el caso del puente a la altura de Ikea y Airesur, el remate de los detalles de señalización, pavimentación y alumbrado público, además de la adecuación estética y paisajística de la glorieta de Tomares.
Otra actuación fundamental que resta por hacer es la construcción del nuevo transformador de media a baja tensión fuera de la parte de trabajo y su puesta en servicio, así como la demolición y retirada del antiguo. Igualmente, está previsto realizar el entronque del nuevo ramal de acceso a Coca de la Piñera y Tomares desde la capital hispalense con la intersección de este barrio de la estructura del punto kilométrico 1,5 y el acondicionamiento final del cruce. Se trabaja también para poner en servicio los nuevos ramales de aceleración y trenzado de la margen izquierda de la autopista.
Desde que empezaron a concluir los trabajos, los resultados están siendo bastante visibles para los conductores, tristemente acostumbrados al colapso de una de las principales vías de entrada y salida a la capital hispalense. Lo más vistoso del proyecto fue, sin duda, la demolición de los puentes que se realizó de noche y que necesitó de cortes parciales en la circulación que no produjeron retenciones en la vía.
