Un derbi es especial en el universo futbolístico. En el presente ejercicio, además de la historia y la rivalidad enconada características del choque por antonomasia en Sevilla, dos entrenadores hispalenses ocuparán los banquillos. Los técnicos de los filiales, Fermín Galeote y Miguel Valenzuela, pronostican un choque incierto.
El triunfo del Sevilla en Santander y el empate del Real Betis en el Olímpico ante el Valladolid multiplicaron las pulsaciones en la antesala del derbi. El conjunto de Manolo Jiménez, aún con opciones de Champions, se medirá a un rival cuyo técnico podría ser el segundo elegido para derrotar al eterno rival en la era Lopera.
Los alicientes son máximos y los primeros responsables de los filiales auguran un choque de pronóstico incierto. Fermín Galeote, entrenador del Sevilla Atlético, y Miguel Valenzuela, su homólogo en el Betis B, son conscientes de que ni la clasificación influye en el choque de la máxima rivalidad hispalense. "Está claro que nada de eso afecta en ese tipo de situaciones; sólo lo hace la concentración y la forma de manejar la ansiedad y el cupo de errores", ratifica el preparador heliopolitano.
El sustituto de Mena en el banquillo del cuadro verdiblanco es un tipo directo. En el seno del club que preside José León, y según admite, se confía en un once cuya trayectoria viró hacia la salvación desde que asumió el control Paco Chaparro. "Él ha hecho un trabajo impresionante y, lógicamente, eso se podrá ver hoy", pronostica.
Su rival en el filial nervionense, Fermín Galeote, es consciente de que, según apunta, "en estos partidos puede ganar cualquiera". Y es que en el seno del sevillismo se recela de un Betis que, según añade, "está haciendo las cosas realmente bien". Y ante todo, el choque es, según su punto de vista, "muy importante para toda la ciudad".
"No es un partido que preocupe a las dos aficiones, sino a todo el mundo", aclara. Galeote, que ha presenciado numerosos derbis, asegura que "lo más bonito es el día después". "Aquí hay mucho gracejo y, sinceramente, temes que llegue si tu equipo ha perdido o estás deseando si ha ganado". "Para este año tengo claro que nosotros nos jugamos mucho más", ya que, añade, "tenemos opciones de llegar a la Champions".
"El que sepa leer mejor el partido será el que consiga ganar", aventura. Y su homólogo heliopotalino coincide con su opinión, ya que "son partidos tan especiales que puede pasar cualquier cosa". "Ha habido años en los que las diferencias clasificatorias eran enormes y acabó ganando el más débil", advierte Valenzuela.
Sin embargo, el derbi del Ruiz de Lopera será especial en la historia de ambos clubes. Paco Chaparro, trianero de pro, dirigirá al Real Betis, y Manolo Jiménez, arahalense de nacimiento, ocupará el banquillo nervionense. Sin duda, y según Galeote, "un signo inequívoco de que se están haciendo las cosas bien en la cantera de ambos clubes".
"Hay que darle más confianza a los técnicos de la casa, ya que tanto Paco como Manolo han demostrado que se pueden hacer las cosas muy bien con gente que conozca el club", subraya Galeote. Valenzuela insta a la afición bética "a reconocer el gran trabajo que ha hecho Paco, que es elogiable y está fuera de toda duda". "Yo no voy a hablar sobre si debe estar renovado o no, que eso corresponde a la gente que sabe, pero sí voy a valorar de forma sobresaliente el enorme trabajo que ha hecho", añadió.
El derbi de pronóstico incierto y acento sevillano paralizará la ciudad y la provincia durante dos horas. Los aficionados al fútbol, en particular, y la sociedad, en general, silenciarán mientras que el cuero ruede por el césped del Ruiz de Lopera. "Es algo más que un partido de fútbol; es una fiesta de Sevilla", matiza Valenzuela. Las voces de la cantera.
