Durante el último tramo del mandato oficial de Manuel Ruiz de Lopera hubo una estampa que se repitió con frecuencia en Heliópolis, la de los guardas jurados contratados por el club retirando las pancartas con que algunos aficionados intentaban expresar su rechazo a la gestión del mandamás de la calle Jabugo. A veces tenían la excusa legal de que tapaban la publicidad y a veces lo hacían porque sí. El domingo empezó una nueva temporada y una nueva etapa, sin Lopera en el organigrama oficial, pero la vida en el Betis de Luis Oliver sigue igual en el capítulo de las protestas. Varios seguidores se llevaron al estadio sus pancartas para denunciar la intromisión del navarro en el club y de nuevo se encontraron con la dura, a ratos violenta, reacción de la seguridad privada.
El episodio más grave se produjo en la tribuna de Voladizo. Algunos béticos colgaron una pancarta del friso que separa esa grada del primer anfiteatro con un lema ya famoso desde que Oliver accedió al club: "Lopera y Oliver, la misma mierda es". Primero la intentó quitar un guarda jurado, pero los béticos se lo impidieron; después acudieron dos o tres compañeros, pero tampoco les dejaron; y por último llegaron más empleados y aquello casi deriva en pelea. En el Gol Norte también acaecieron sucesos parecidos.
