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Las penas del asfalto

La lluvia es un enemigo mortal para las calles, pero muchos desperfectos se evitarían si el asfalto o las losetas se colocaran con algo más de cuidado.

el 14 feb 2010 / 19:55 h.

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El agua que entra en los bache acelera el deterioro.

Los baches que aparecieron en las calles de Sevilla después de un mes de lluvias torrenciales se justifican en parte por el temporal que azotó la ciudad y hasta cierto punto eran inevitables, pero sólo hasta cierto punto: la dejadez a la hora de colocar los pavimentos ha hecho que los daños se multipliquen.

"Ahora tenemos materiales de altísima calidad y una normativa con unas exigencias muy altas, no debería pasar", explica el catedrático del departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Escuela de Arquitectura Jesús Barrios, experto en pavimentos. Pero resulta que los baches, desconchones y otros males se deben a fallos en lo más tonto: no se piensan bien los materiales o se cae en algo tan simple como no sellar bien la unión entre losetas, lo que deja que el agua estropee las capas que sujetan el acerado.

El Consistorio ha confirmado que tras las lluvias de diciembre y enero tuvo que arreglar de urgencia más de 200 calles, que sufrieron baches y socavones en el asfalto, y roturas o hundimientos en la solería.

A Barrios, un apasionado que contagia su entusiasmo al hablar del hormigón y del asfalto como si tuvieran vida propia, no le extraña. En Sevilla se comete con frecuencia el error de no pensar bien si sobre un pavimento pasarán camiones o peatones, y la lluvia saca a la luz esos fallos. Las capas que apoyan el suelo por el que pasa tráfico pesado deben ser un lecho rígido que absorba los efectos del peso. Para las zonas peatonales, en cambio, se usa una cama de arena bajo la baldosa o el adoquín. Es más barato y tiene aguante suficiente.

Pero... ¿en Sevilla hay calles realmente peatonales? El catedrático responde que no: "pasan camiones de basura y de la limpieza, residentes, las furgonetas de los comercios... los vehículos mueven la cama de arena, que no está pensada para soportar su peso, y al no tener apoyo las losetas se acaban rompiendo. Si no se han sellado bien las uniones entre losas, o alrededor de las tapas de registro, el agua se filtra y altera el lecho de arena". ¿La solución es cara o complicada? No: bastaría con sellar bien las juntas con cemento, lo más barato y lo más rápido del mundo. Y para mejorar la resistencia "hay soluciones, están en los libros y se aplican en otros países, pero aquí no, como pasar sobre la capa de arena un rulo para compactarla y que no se mueva", explica el profesor.

De atender a sus consejos, el Ayuntamiento no habría tenido que arreglar Tetuán, Rioja, Puente y Pellón, Lagar, Francos, Álvarez Quintero, Chicarreros, Chapineros, la Plaza de la Alfalfa, Jesús del Gran Poder, San Eloy y un largo etcétera.

Asfalto para calor. El asfalto de las calles con tráfico merece capítulo aparte, porque "no hay un material que sirva para todo". Barrios admite que el que se usa en Sevilla está pensado para que no se derrita con las elevadas temperaturas de la ciudad, "para que no se deforme y se ponga como chicle" con 40 grados al sol. Y resulta que ese tipo de asfalto "se comporta mal con la lluvia", porque el pegamento que lo une pierde adherencia.

Claro que a eso se le unen otros problemas: las calles de Sevilla se asfaltaron hace 40 años con una capa de alquitrán que se conoció como la marea negra. El material no es eterno y, aunque demasiado ha aguantado, empieza a verse pelado. Para más inri, los baches que le salen se arreglan demasiado deprisa: "el aglomerado tiene que volcarse a 170 grados, extenderlo, compactarlo y esperar 24 horas a que se enfríe. Es mucho tiempo, y para no cortar las calles se usa aglomerado en frío que tarda menos, pero a los tres meses está pelado". Entonces entra agua, y el siguiente bache será mayor. "Hay que cambiar la mentalidad. Con empresas y materiales tan magníficos como los que hay, tenemos que empezar a prestar atención a cómo se colocan. Es una inversión: si se hace bien duran años, pero si se cometen estos fallos escandalosos, en seis meses estaremos reparando otra vez las mismas calles".

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