Cultura

Las peñas flamencas ante el delicado reto del siglo XXI

Las peñas tienen que esforzarse en mejorar y adaptarse a este nuevo siglo, porque la sociedad y el flamenco han cambiado.

el 11 feb 2010 / 21:31 h.

En el Congreso Internacional de Peñas Flamencas celebrado en Marbella el pasado fin de semana, de gran éxito, quedó claro que las peñas constituyen un colectivo muy importante, aunque los artistas le hayan dado la espalda porque ahora tienen otras tetas donde mamar.

Ninguno estuvo en este congreso, salvo el veterano cantaor onubense Manolo Limón.

Tampoco estuvieron los flamencólogos y críticos, quizás porque no fueron invitados -el presupuesto era mínimo-, aunque, al parecer, estuvieron en una asamblea nacional de la Asociación de Críticos e Investigadores, en la ciudad extremeña de Mérida. Lo cierto es que, salvo las peñas participantes, en el congreso de Marbella no hubo nadie más.

Salvador Pendón, presidente de la Diputación de Málaga, y Francisco Perujo, director de la Agencia Andaluza del Flamenco, estuvieron en la apertura, soltaron el discurso y ya no volvieron más.

Hay mucho criticable en las peñas andaluzas; de todos es conocido que muchas de estas peñas son sólo bares, y que en una buena parte no se lleva a cabo una buena labor en pro del flamenco, sino todo lo contrario. De esto no se ha hablado para nada en el congreso de Puerto Banús.

Sin embargo, y puestos a destacar sólo lo positivo, la mayoría de las peñas flamencas desempeñan una función primordial en la difusión y la conservación del flamenco, sin apenas ayudas económicas, aunque hay que decir que en los últimos años, gracias al loable trabajo de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas, y de las ocho federaciones provinciales, las ayudas públicas han aumentado considerablemente.

Las ponencias versaron sobre los problemas de las peñas, aunque apenas hablaron de la financiación de estos centros culturales privados, algo más de 300 federados en Andalucía.
No se habló, por ejemplo, de la necesidad de que la Confederación Andaluza tenga asignada una importante cantidad de dinero cada año para sus actividades.

¿Saben cuánto dinero recibe anualmente la confederación para sus 317 peñas federadas? 145.000 euros, desde hace tres años. Algo más de 400 euros por peña al año, con lo que no podrían dar ni un recital. Encima, Salvador Pendón dijo en el congreso malagueño que el flamenco sigue vivo gracias a las instituciones públicas.

Con ese dinero de la Junta de Andalucía, la Confederación da 120 recitales en todas las peñas andaluzas, con los que mueve a 14.000 personas, según el presidente de las peñas flamencas de Andalucía, José María Segovia Salvador, quien lleva tiempo intentando que la Confederación Andaluza reciba una asignación económica al año de 600.000 euros.

Algo más le han asignado a Cristina Hoyos para su museo flamenco, que es una empresa privada, entre el Ayuntamiento de Sevilla y otros organismos públicos.

En el congreso de Marbella apenas se ha hablado de esto. Ni de otros muchos problemas que tienen las peñas flamencas andaluzas. Lo que no quiere decir que no haya sido un éxito de participación ni de que no se hayan tratado temas de un gran interés.

Las peñas tienen que esforzarse en mejorar y adaptarse a este nuevo siglo, porque la sociedad y el flamenco han cambiado.

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