El principal punto de disenso entre el Gobierno y los sindicatos en lo que va de crisis económica llegó de la mano de la reforma de las pensiones, con la propuesta de retrasar la edad de jubilación de forma progresiva desde los 65 a los 67 años.
Consciente de las críticas que ha recibido el Ejecutivo por este planteamiento y que incluso ha llevado a las centrales sindicales a anunciar movilizaciones -en el caso de UGT se concretarán el próximo martes-, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se mostró abierto a "escuchar otras propuestas", si bien defendió que la suya parte de "un análisis de la evolución de nuestras características demográficas".
De hecho, precisó que está dispuesto a escuchar a las organizaciones sindicales -que ayer le transmitieron su total rechazo al retraso de la jubilación- y que se volverá a reunir con sus dirigentes para "debatir" sobre ese planteamiento. Los dirigentes tanto de UGT como de CCOO quisieron, no obstante, desligar el debate de la reforma de las pensiones del relativo al mercado de trabajo para avanzar en medidas que consigan poner freno a la destrucción de puestos de trabajo.
Aun así, destacó que cualquier iniciativa que afecte a las pensiones se analizará en el seno del Pacto de Toledo y su resultado y cualquier decisión que se adopte al respecto tendrá que ser fruto del "consenso nacional".
Zapatero, que señaló que la propuesta planteada "no tiene que ver con el calendario político de este Gobierno", sí justificó su debate en que es necesario abordarlo para asegurar el bienestar y las garantías del sistema de la Seguridad Social, que es "la columna básica" de la protección social de los españoles.
El presidente quiso enviar un mensaje de tranquilidad al recordar que hay "tiempo" para acordar la reforma porque el sistema está garantizado de aquí a los próximos años.
Admitió que la propuesta del Gobierno ha generado críticas "más o menos fuertes", pero aseveró que parte de un análisis sobre la evolución demográfica, que es un tema "fundamental" para España porque en el futuro aumentará el número de jubilados.
En este sentido, explicó que el Gobierno entiende que hay que aumentar la edad de jubilación porque quiere seguir subiendo las pensiones mínimas en el futuro, ya que su actual nivel supone un "auténtico desfase social" en comparación con Europa.
A su parecer, la propuesta que hizo pública el Ejecutivo la semana pasada sólo pretende avanzar en derechos y fortalecer el sistema de protección social, aunque requiere un acuerdo nacional y un debate. "Todos tenemos que trabajar y hacer un esfuerzo".
Así, consideró "extraordinariamente importante" abrir el debate sobre las pensiones aunque cueste algunas críticas en la primera fase, y confió en que el Pacto de Toledo acabe alcanzando el consenso como ya ha ocurrido en otros momentos.
