El enterramiento de la excavación arqueológica que desde 2009 investiga el origen de nuestra ciudad en el Patio de Banderas, y que ha desvelado los vestigios más antiguos de la civilización en Sevilla, es inminente. El próximo mes de octubre una empresa contratada por el Patronato delRealAlcázar rellenará con gravilla este yacimiento en el que se ha venido indagando en el último lustro, sobre una superficie de más de 400 metros cuadrados y más de seis metros de profundidad. Sin embargo, no todo quedará cubierto hasta que el Ayuntamiento de Sevilla decida en el próximo mandato si retoma o no el proyecto de construir una cripta visitable, al estilo de la de la Plaza de la Encarnación. Las piezas arqueológicas más valiosas y llamativas que han salido a la luz en estos años se conservarán y mostrarán públicamente en una de las casas que rodean esta plaza, arropadas por un discurso expositivo que tratará de explicar la importancia de estos hallazgos. El delegado del Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial,el concejal Javier Landa, avanzó ayer a ElCorreo de Andalucía que se está trabajando para mostrar a la ciudadanía la relevancia de los restos localizados bajo el Patio de Banderas, en los que se han invertido hasta la fecha más de un millón de euros. Para ello, se prepara ya una selección de los descubrimientos más importantes que puedan ser separados de este yacimiento, que escondía las huellas más antiguas de la ocupación humana en la ciudad, un fondo de cabaña con restos de lo que pudiera haber sido una cocina utilizada durante la primera mitad del siglo VIII antes de Cristo. Los arqueólogos han desenterrado también desde 2009 partes de muros correspondientes a un antiguo edificio de la Híspalis romana, datado en el siglo I antes de Cristo, de gran tamaño dada la envergadura de sus sillares, que se piensa que podría estar relacionado con la actividad portuaria o, incluso, haber sido un prostíbulo.Esta última teoría está asociada a la aparición de un relieve pétreo con forma fálica. Pero no queda ahí la lista de hallazgos. Trazas arqueológicas relacionadas con el baptisterio paleocristiano descubierto a comienzos de los años 70 por el investigador Manuel Bendala Galán, así como ruinas de un posible templo del reino visigótico completan esta casi perfecta radiografía del génesis de la antigua Híspalis. Dado el valor patrimonial de esta excavación, el Ayuntamiento anunció en 2012 que construiría una cripta arqueológica para visitar el asentamiento y un centro de interpretación en la casa número 15 del Patio de Banderas, cuya titularidad se había reclamado alEstado.Ambos espacios se iban a conectar a través de un túnel. Todo ello con un presupuesto de 3,5 millones. Sin embargo, a finales de 2013, y a pesar de este proyecto presentado por el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, elConsistorio informaba de que barajaba volver a enterrar el yacimiento, debido a la situación económica municipal, que estaba además sometida a las restricciones impuestas por el Plan de Ajuste una suerte de rescate a los municipios, que se suscribió con el Gobierno central para poder saldar las deudas con las empresas. Landa explicó ayer que aunque las arcas de la corporación están ya más saneadas cabe recordar que el Ayuntamiento ha solicitado alMinisterio de Hacienda cancelar suPlan de Ajuste el enterramiento de la excavación no es reversible y está ya encargado. «Ahora se va a tapar, con una grava especial y unas lonas protectoras, para que cuando sea posible afrontar el proyecto de la cripta se pueda hacer sin problemas y rapidez, ya que no es lo mismo la retirada de capas llevada a cabo por los arqueólogos estos años que quitar la gravilla, que será mucho más fácil», detalló el concejal. Esta cobertura provisional, que cuenta con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio, está previsto que dure unos tres meses, por lo que finalizaría antes de 2015. No obstante, esto no impedirá al Consistorio difundir parte de lo destapado hasta ahora. Por ello, el Alcázar quiere organizar una exposición con una selección de las piezas en una de las casas que rodea el Patio de Banderas, a ser posible en la que ya estaba previsto convertir en centro de interpretación, la número 15, de la que se quería que naciera el túnel. Sin embargo, en caso de que para entonces no se haya logrado la cesión del inmueble, no le faltarán al Alcázar espacios donde realizar la muestra dentro del palacio. Preguntado sobre si el proyecto se mantendrá en el próximo mandato, en caso de que renovara este equipo de gobierno, Landa señaló que la voluntad municipal manifestada hasta ahora ha sido esa precisamente, que una vez que se recupere la capacidad de inversión en el Alcázar, se retome la idea de la cripta, cuya construcción está incluida en el Plan Especial número 6 del Casco Histórico. argumento municipal. A la hora de tomar la controvertida decisión de soterrar el yacimiento, el alcalde estudió varias opciones. El equipo encargado de las excavaciones, dirigido por Miguel Ángel Tabales, se inclinaba por la puesta en marcha de la cripta. Sin embargo, el Consistorio insistió en que también contaba con valoraciones de expertos favorables a la conservación de estos vestigios con su enterramiento, mientras también se barajó la posibilidad de mantener el Patio de Banderas abierto en canal y expuesto al público, posibilidad que se descartó para evitar posibles expolios y los daños que la lluvia podría causar. No pesó el miedo a una pérdida de turistas. No en vano, en 2013, y sin cripta, el Alcázar recibió 1,2 millones de visitas. La oposición municipal fue muy crítica con la decisión. El portavoz socialista, Juan Espadas, lamentó que se renunciara a aquel proyecto, que debía arrancar en marzo de 2013, y recriminó que el aumento de ingresos del recinto un 13% más que en 2011, su mejor año, y más de siete millones de ingresos no se tradujera en inversiones.