A pesar de que existan circunstancias que ponen de manifiesto la dura coyuntura económica y financiera actual, la esperanza es lo último que se pierde y de forma aislada afloran pinceladas de brotes verdes. Una frase hecha que se materializa con el frenazo de empresas inmersas en concurso de acreedores en Sevilla.
En concreto, el año que acaba de decir adiós dejó en suspensión de pagos a 137 compañías sevillanas, 18 menos que el año anterior. Unos datos inferiores a los de 2009, pero que casi doblan los obtenidos en 2008.
En el resto del panorama andaluz se observa una línea ascendente a lo largo de los tres años de crisis económica analizados por la firma especializada en información empresarial Informa D&B. Durante este trienio un total de 374 empresas sevillanas se declararon en proceso concursal. Pisándole los talones se encuentra la provincia de Málaga con 320 entidades. Por debajo del centenar sólo se encuentran Huelva (76) y Almería (67).
A nivel provincial el caso más relevante fue el protagonizado por Astilleros, que a finales de marzo de 2010 planteó un Expediente de Regulación de Empleo de carácter temporal.
El buque insignia del sector metalúrgico en Sevilla solicitó a mediados del mes de octubre el concurso de acreedores, ya bajo administración de la Junta de Andalucía.
En la esfera andaluza, Noriega, filial inmobiliaria del grupo cordobés Sánchez-Ramade, confirmó, también en el mes de octubre, su correspondiente suspensión de pagos. En el acumulado de 2010 hubo un 12,94% más de suspensiones de pagos en Andalucía, hasta 541.
La crisis sigue haciendo mella en el tejido empresarial andaluz que se apresuró en el último mes de 2010 a acoger a 58 nuevas entidades de la región en proceso concursal.
Una cifra que supera en más del doble a la obtenida en el mismo mes de 2009, cuando 28 empresas se declararon en suspensión de pagos –una denominación que derivó con el paso del tiempo en el conocido como concurso de acreedores–. Esto se traduce en un aumento interanual del 107,14%.
Con respecto a los datos nacionales, Andalucía se convierte en la comunidad que lidera en términos absolutos el ranking geográfico de firmas en situación de insolvencia durante el pasado mes de diciembre, mientras que Aragón, Cantabria y Murcia son las tres únicas regiones que experimentaron una disminución en el número de concursos.
Sevilla es la provincia andaluza donde más se notó la severa coyuntura económica actual, puesto que 16 entidades se declararon en quiebra sólo en diciembre de 2010. Por sectores, el comercio y las instituciones financieras aglutinan a la mitad de estas empresas. El resto se reparte entre la construcción, el transporte, las comunicaciones y la industria.
Desde la provincia hispalense, el barco de las quiebras de diciembre se trasladó a la costa, con una primera parada en Málaga, con un total de 15 sociedades. Después le toca el turno a Granada con 8, a Cádiz con 6 y Almería con 5. En el lado opuesto de la balanza se sitúan Córdoba, Jaén y Huelva.
El número de firmas en suspensión de pagos durante el pasado mes de diciembre marcó un descenso nacional del 24,67% en comparación con noviembre, si bien fue un 21,16% superior al del mismo mes de 2009
Según los datos extraídos del estudio, 2010 fue el segundo año consecutivo donde las firmas en proceso concursal superaron las 5.000 (exactamente, 5.407) en el territorio nacional, el 6,98% más que el acumulado en 2009. Sin embargo, se trata del menor aumento desde 2007, lo que podría indicar una cierta estabilización.
En cuanto al perfil de las empresas, el 80,12% tienen más cinco años de antigüedad, el 54,71% tienen menos de diez empleados y un 79,14% facturan menos de seis millones de euros.