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Las rebajas del quiero y no puedo

Los comercios se llenaron ayer de compradores que han estado contenidos por la crisis

el 01 jul 2010 / 19:09 h.

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Los vendedores ambulantes llenaron ayer calles comerciales como Tetuán, pese a la vigilancia policial, para aprovechar también la afluencia de público.
Camisetas a tres euros, pantalones a diez, zapatos a mitad de precio. Una auténtica oportunidad para ir vestido por menos de 30 euros, que ayer muchos no desaprovecharon. Ni la crisis, ni la subida del IVA, ni el calor impidieron que las calles del Centro se llenaran, aunque no como en aquellos años de esplendor económico, de potenciales compradores compulsivos, dispuestos a dejarse seducir por una ganga.


Los escaparates amanecieron llenos de carteles de todo al 30, 50 e incluso al 70%. Unas rebajas agresivas, como las del año pasado, para hacer frente a un crisis peleona, que se ha aferrado a nuestra economía. Por ahora, la respuesta del público parece positiva, teniendo en cuenta los atascos que se formaron ayer en la calle Torneo desde la diez de la mañana para acceder al aparcamiento de la plaza de la Concordia.

Ni el hecho de que los toldos del Centro no estén aún completamente instalados -las grúas se mezclaban ayer con el ir y venir de la gente a la entrada de la calle Tetuán por La Campana- fue óbice alguno para que Marina, María y Julia quedaran para ir de rebajas "a lo que salga". Estas tres estudiantes llevan semanas esperando que llegue el 1 de julio, "acumulando la paga semanal" para gastarla ahora en rebajas. "Hemos estado esperando sin comprarnos nada", dice Marina mientras sujeta varias bolsas. "No traemos una idea, sino que vamos viendo y a lo que salga", añade.

Como ellas, muchos consumidores han estado controlándose para no caer en la tentación de comprar esas sandalias o ese bolso que días después podrían adquirir por algunos euros menos. "Se ha notado mucho los últimos quince días. La gente se ha frenado esperando a las rebajas", afirma Lourdes, la encargada de Promod. En esta tienda de moda y complementos los descuentos van "desde el 20 hasta el 70%", lo que atrajo al público desde la apertura. "Los primeros días esperamos una buena afluencia. Ya en el fin de semana habrá un bajón porque la gente suele irse a la playa", explica. Aún así, confía en que la temporada pueda salvarse y que las cifras de ventas lleguen a ser similares a las del año pasado.

De hecho, según los cálculos de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía (CECA), la facturación será similar a la de 2009, cuando en toda Andalucía el volumen de venta fue de 285 millones de euros, siendo las dos primeras semanas de rebajas las que concentran el mayor volumen de cifra de negocio. Una teoría que ayer se podía ver reflejada en la práctica de la calle. Colas y colas en las tiendas más conocidas de la ciudad y que más tirón tienen, especialmente entre la gente joven. En una de ellas, en H&M, Carmen coge y suelta una prenda tras otra mientras intenta sobrevivir a las embestidas que cada dos por tres recibe de alguna competidora. "A mí no me gusta venir el primer día, nunca vengo porque está todo lleno de gente y no se puede una ni probar las cosas", asegura Carmen. La culpable de que ella esté en plena batalla campal por una ganga de la que presumir era su prima. "He venido con ella para acompañarla, pero a mí esto me agobia. Yo vengo más tranquila cuando ya pasen unos días", dice con la mirada pendiente de los movimientos de su prima, "a ver si ahora se me pierde entre tanta gente".

A las puertas del comercio, y aprovechando la codiciada sombra, hay más de un marido sufridor esperando a que su señora o su pareja encuentre un vestido fresquito o el bikini para la playa, aunque tenga que hacer una cola interminable para probarse el modelito. Una estampa que se repite a la entrada de Intimissi, donde más de una perdió ayer la cabeza al ver que casi toda la ropa interior que lucía en el local estaba al 50%. "Esperamos recuperar las ventas que no se han hecho en la campaña. Hoy al menos ha sido un día muy bueno, la tienda ha estado toda la mañana llena", asegura Silvia, una de las dependientas de la tienda.

El de ayer fue sólo el primero de dos meses de rebajas, en los que los precios aún tendrán que bajar más. No obstante, no todo lo que se nos vende como una ganga lo es, según advierte la asociación de consumidores Facua, que en un comunicado destaca que el principal fraude en la temporada de rebajas es falsear al alza los precios originales de los productos, para hacer creer a los clientes que los descuentos aplicados son mayores que los reales.

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