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Las rebajas urbanísticas, en Ikea

Fustegueras sostiene que el cambio que busca la multinacional es estructural y requiere el sí de la Junta.

el 11 jul 2011 / 20:01 h.

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Una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) o un cambio estructural del mismo que, por tanto, requiere de su aprobación por parte de la Junta de Andalucía y de nuevos informes sectoriales. ¿Qué es lo que impide que Ikea abra su segunda tienda en Sevilla , esta vez junto al aeropuerto y con un centro comercial vinculado? ¿Los trámites administrativos que requiere el cambio en el PGOU podrían hacer que Ikea desista ante la imposibilidad de cumplir su calendario?

Las incógnitas entorno al proyecto de la multinacional sueca son muchas y el debate urbanístico abierto no ha hecho nada más que empezar. El nuevo Gobierno municipal de Juan Ignacio Zoido (PP) se ha dado -porque Ikea quiere abrir en 2015- hasta final de año para desbloquear el proyecto , que generaría 2.00o empleos, pero el aspecto jurídico no está nada claro. Y no se trata de permitir o no la construcción de la tienda. Hay más.

 

En principio, Ikea pide una recalificación de 149.000 metros cuadrados de techo, superior exactamente en 41.400 metros al tope del PGOU. Es decir, quiere cambiar la densidad de la zona comercial, lo que se considera un cambio "estructural" del Plan, según su redactor, Manuel Ángel González Fustegueras. "Es un suelo urbanizable y un caso de aprovechamiento y, por tanto, estructural, no una modificación puntual", indicó el urbanista tras señalar que lo que Ikea necesita requiere la aprobación de la Junta e informes sectoriales que podrían retrasar el proceso. Por ejemplo, habría que revisar proyectos como el de la futura SE-35 e incluso el Ministerio de Fomento tendría que emitir un nuevo informe en el que se analizase su afección a la SE-40 ya en marcha. Más papeleo entre administraciones y más tiempo.

El PP, por el contrario, considera que sólo hablamos de una modificación puntual del PGOU que está avalada por el anteproyecto de ley de adaptación de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) a la ley estatal. Su "filosofía" es la de "flexibilizar" estos cambios, defienden. Pero esto no está tan claro en el papel. Un papel, además, que aún no es ley.

Los abogados y arquitectos de los propietarios de los terrenos donde la multinacional quiere instalarse llevan meses presionando a los técnicos municipales para que orillen la normativa y así poder construir su tienda y el centro comercial con el que financiará su inversión. Pero, de qué hablamos, ¿de facilitar la creación de empleo de forma lícita o de fomentar un negocio inmobiliario especulativo?

Con el anteproyecto de ley de la Junta en la mano, son varios los artículos (apartados, por ejemplo, del 10 y 17) que pretenden "flexibilizar" los cambios en los PGOU para aumentar la densidad, pero se refieren sobre todo a suelos residenciales, aunque también a industriales y terciarios, y a suelo urbano no consolidado. Sin embargo, la norma no está clara. En sus disposiciones adicionales se indica que la modificación de planeamiento "que tenga por objeto un aumento o disminución de la densidad del 20% no implicará la alteración de la ordenación estructural", pero se añade que hay casos, como los cambios para poner en el mercado suelo para VPO, que conllevará "la alteración de la ordenación estructural".

El suelo de San Nicolás Oeste, por otra parte, no es urbano no consolidado, pero "tendría cabida", según los defensores de que la Junta bendiga la operación entre el Consistorio e Ikea.

El objetivo marcado en el Plan -en tiempos de bonanza- era que la zona se transformase en un centro económico de primer orden junto a la autovía de Madrid y a nuevas infraestructuras como el Paso Territorial Norte, que también está por hacer. El terreno está reservado para actividades productivas con una pequeña parte para pisos: 429 viviendas, pero la crisis imposibilitó su desarrollo por ahora.

Mientras, la oposición municipal ya habla de especulación. El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Juan Espadas, pidió al nuevo alcalde que "negocie con Ikea y no le diga a todo que sí" , al tiempo que Antonio Rodrigo Torrijos, portavoz de IU, aseguró en su blog personal que las "recalificaciones" de Zoido "abren la puerta a la especulación" y a la "cultura pelotazo".

Espadas respondió al delegado de Urbanismo, Maximiliano Vilches (PP), quien acusó a los socialistas de no haberse leído el anteproyecto de la Junta que, en su opinión, facilita las pretensiones de Ikea. Y precisamente Espadas, anteriormente consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta, dijo que dicha normativa en trámite salió de su propio puño "y "no ha sufrido modificaciones", apostilló. "Que no diga que lea la norma, porque la escribí yo. He consultado si se ha cambiado pero me han dicho que sigue igual", sentenció.

Antonio Rodrigo Torrijos, por su parte, fue contundente a la hora de valorar la actuación municipal: "Bajo el señuelo de la creación de empleo (cualquiera se opone a este objetivo), ya tenemos a la vista dos grandes operaciones de recalificación de suelo; una al lado del río con Altadis y otra en una zona de crecimiento y de expansión de la capital como son los terrenos San Nicolás Oeste junto al aeropuerto de San Pablo, con Ikea".

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