Las regiones tendrán que poner su granito de arena para salvar las cuentas estatales. El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dijo ayer que las comunidades tendrán que asumir parte del recorte adicional del déficit público en 2010 y 2011, por lo que en breve serán convocadas a un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para pactarlo.
Durante un almuerzo-coloquio organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Ocaña adelantó que el Consejo de Ministros del viernes aprobará nuevas medidas para conseguir ese ajuste adicional de medio punto porcentual del PIB en 2010 y de un punto en 2011, y probablemente se dé también el visto bueno al techo de gasto del Estado para el próximo año. Ocaña rehusó dar detalles al respecto, a la espera de que lo haga mañana en el Congreso el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, si bien dijo que no se está pensando en una subida de impuestos y que tampoco afectará a cuestiones "intocables" como el subsidio por desempleo.
Para rebajar el déficit público hasta el 3% del PIB en 2013, las medidas que se han debatido tienen que ver sobre todo con el gasto, igual que se ha hecho en la mayoría de países desarrollados, afirmó.
Del ajuste que tendrán que hacer las comunidades, sólo explicó que se están buscando medidas tanto de carácter normativo como de gestión, pero sin que se vean afectados los servicios que presta esta administración (tales como sanidad o educación, entre otros), que, según Ocaña, se pueden seguir dando igual, pero gastando menos.
Según explicó, el ajuste adicional responde a una petición por parte del Ejecutivo europeo a los países que cuentan con un déficit excesivo para que aceleren sus procesos de consolidación fiscal y concreten cuanto antes las medidas con las que piensan hacerlo, con el objeto de transmitir tranquilidad a los mercados.
"No podemos ignorar el desplome de la bolsa", dijo Ocaña, quien manifestó que sería irresponsable no dar respuesta a las dudas de unos mercados que han cuestionado la viabilidad del euro, ante lo cual hay que dar una respuesta "rotunda", que trasmita el mensaje de que las instituciones europeas no van a permitir que se las desestabilice.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, confió en que el nuevo ajuste presupuestario no afecte a las políticas sociales de empleo. "En principio, creo que no", dijo. No obstante, Corbacho aseguró que habrá que esperar a que en los próximos días el Ministerio de Economía concrete el nuevo plan, por lo que consideró "prematuro poder avanzar una decisión".
"Le han cantado las 40". El líder del PP, Mariano Rajoy, aprovechó esta situación para acusar a Zapatero de haber provocado con su gestión que España "sea vista como un problema" en la Unión después de mucho tiempo sin que eso ocurriera. Debido a ello, la UE se ha visto obligada a poner "deberes" al Ejecutivo y a "vigilar" que éstos se cumplan. "A Zapatero le han cantado las cuarenta en Europa", apostilló.
Por su parte, el coordinador de Economía del principal partido de la oposición, Cristóbal Montoro, atribuyó ayer el recorte adicional del déficit anunciado por el Gobierno al "problema" que el presidente del Ejecutivo "ha causado a Europa" con el incremento del gasto y la deuda pública en los últimos tiempos.
