De nuevo el sector de las energías renovables se ve sometido a la incertidumbre ante el probable recorte de las primas que perciben por parte del Estado, y que el año pasado alcanzaron los 6.086 millones de euros, casi el doble que en 2008. El Ministerio de Industria, aunque no existe aún propuesta oficial, pretende aplicar la tijera, de ahí que los promotores de las plantas -fotovoltaicas, eólicas, termosolares, biomasa y cogeneración con biomasa- teman dificultades para amortizar las inversiones.
La incertidumbre entre la industria y el malestar de la banca han sido tan grandes que el propio ministro de Industria, Miguel Sebastián, tuvo ayer que negar el carácter retroactivo de la rebaja de esas primas, y que era la principal preocupación en un sector que tiene en Andalucía un enclave estratégico. Sebastián llamaba así a la tranquilidad, aunque a duras penas lo consiguió.
Mariano Barroso, que preside en Andalucía la asociación de empresas de renovables Aprean, señaló ayer que tal retroactividad es la que les trae de cabeza. "Si quieren cambiar las reglas del próximo partido, el que se juegue a partir de 2012, pues bien, pero no para un partido que ya hemos jugado".
Barroso lamentó la "inseguridad" que el vaivén legal ha creado en la banca internacional socia de los proyectos de energías renovables. Es más, "ninguna entidad nos da ya ni un solo euro y eso es lo más grave". "Hemos pasado de crear empleo hasta hace siete meses a tener que acometer ERE [expedientes de regulación de empleo]", aseveró.
En todo esto, Luis Crespo, secretario general de la asociación Protermosolar, ve dos "grandes mentiras". La primera, que las energías renovables sean las que encarezcan el recibo de la luz, ya que, "si bien es verdad que se reciben las primas, no lo es menos que, cuando ha habido mucha renovable en el sistema eléctrico, se ha tenido que pagar menos precio a la generación con el gas natural y a las centrales nucleares". La segunda, que se identifica a las renovables sólo con sol y viento, cuando "una cuarta parte" de las primas, sostiene, se la lleva el gas natural vía cogeneración.
Por tanto, incide, "es falso que nos llevemos 6.000 millones y que hayamos aumentado el precio de la electricidad, cuando ha sido al revés, hemos rebajado la tarifa a los ciudadanos".
Crespo se pregunta "qué imagen de riesgo-país dará España si cambia otra vez la regulación de las renovables", cuando la banca extranjera ha sido la que, en gran parte, ha financiado inversiones multimillonarias -hasta 300 millones de euros puede costar una planta termosolar-.
El directivo de Protermosolar lamenta, asimismo, que desde el Ministerio de Industria se trabaje a base de "globos sonda" que "intentan desprestigiar a las energías renovables", como revela que no haya incoado expedientes a las fotovoltaicas que, según las sospechas del departamento que dirige Miguel Sebastián, habrían cometido fraude al inyectar a la red electricidad por la noche para así cobrar más primas, cuando tal generación sería técnicamente imposible.
Por ello, llega a cuestionar que el Gobierno tenga una apuesta decidida por las energías verdes, al igual que Mariano Barroso. "Esta mala política no casa con la economía sostenible de Zapatero", indica el dirigente de Aprean.
Para Barroso, asegurarse que no haya la retroactividad es el objetivo primerísimo del sector, y ya después se negociarán las primas que haya para la industria desde 2012. "Es eso lo que pedimos, claridad para que podamos afrontar nuestras inversiones". Y esta afirmación la suscribe Crespo, quien señala que "vamos de sobresalto en sobresalto, cambiando las reglas de juego y siempre diciendo que son para dar seguridad a las inversiones; es lo que al Gobierno le reclamamos, coherencia, no hundir al sector".