Las protestas ciudadanas en Túnez han obligado a su presidente, Zine al Abidine Ben Alí, a huir de país. Después de que Ben Alí abandonase el país fue declarado "temporalmente incapaz" de ejercer el cargo y el primer ministro, Mohamed Ghannouchi, anunció en directo ante la televisión estatal que asumía la Presidencia interina del país.A primera horadel sábado la cadena SER lo situaba ya en Arabia Saudí, país dispuesto a acoger al exmandatario magrebí.
Asimismo, la televisión estatal anunció que Ghannouchi permanecerá en la Presidencia hasta la celebración de elecciones para dentro de seis meses. Además aseguró en su mensaje que respetará la Constitución y restaurará la estabilidad en Túnez. Poco antes, las cadenas de televisión Al Yazira y Al Arabiya aseguraron que el presidente del Parlamento, Fuad Mbazaa, había asumido el poder por un periodo mínimo de 60 días. Mbazaa presidirá un comité de gobierno formado por otros altos dirigentes, entre ellos el ministro de Defensa.
Tras la huida del ex presidente, varios familiares del Ben Alí fueron detenidos, según informó la cadena de televisión privada Nessma. La emisora aseguró que entre los detenidos figura el yerno de Ben Alí, Sakher Materi, uno de los hombres de negocios más importantes del país. Y es que la familia de Ben Alí y la de su esposa, Leila Trabelsi, controlan buena parte de la economía de Túnez. Leila Trabelsi está en el ojo del huracán y cuestionada por la población. Por el momento no ha habido confirmación de los arrestos por parte del Gobierno interino tunecino.
El jueves Ben Alí, tras las continuas revueltas contra la corrupción, el paro y los altos precios de los alimentos, en las que han muerto decenas de personas, anunció que no repetiría como candidato en 2014 en un intento de apaciguar la situación. De este modo pondría fin a su etapa de gobierno que comenzó en 1987.
Esta decisión se adoptó después de que el Ejército tomara la capital de Túnez para impedir las movilizaciones populares. Pero ni el anuncio del presidente ni el toque de queda, de 22.00 horas a 6.00 horas, acobardaron a la población. Cerca de 8.000 personas volvieron a ocupar las calles para reclamar la dimisión inmediata del presidente.
Cae el Gobierno. En un nuevo golpe de efecto, Ben Alí destituyó ayer por la mañana de ayer a su Gobierno y convocó elecciones legislativas para dentro de seis meses, una medida que no contentó a los tunecinos. Ante esta situación el hasta ahora presidente decretó el estado de excepción en todo el país e impuso un nuevo toque de queda entre las cinco de la tarde y las siete de la mañana, según informó la televisión estatal. Asimismo, prohibió la formación de grupos de más de tres personas y advirtió de que "se utilizarán las armas" si no se atendían a las órdenes de las fuerzas de seguridad.
A pesar de la presión las manifestaciones no cesaron lo que llevaron a Ben Alí a huir.
Las protestas comenzaron espontáneamente el 19 de diciembre, cuando un joven parado, Mohamed Bouazizi, se prendió fuego para protestar por la confiscación de las frutas y verduras que estaba vendiendo en la calle en la ciudad de Sidi Bouzid. Comerciantes y estudiantes centraron las manifestaciones las primeras semanas en las calles y en las redes sociales. Hasta que se volvieron contra un presidente que lleva 24 años en el poder. Los días 8 y 9 de enero los enfrentamientos se intensificaron y llegaron a la capital, Túnez.
Se especula que el dirigente busca refugio en Francia o Malta, aunque ninguno de estos dos países tienen constancia de ello. El Gobierno francés asegura que no ha recibido petición alguna para acoger a Ben Alí, según explicó un portavoz del Ministerio de Exteriores galo. El ministerio adelantó que, si finalmente se produce esa petición de entrada, "Francia responderá en consultas con las autoridades constitucionales tunecinas". El periódico francés Le Monde señaló, citando fuentes del Gobierno, que Francia no desea la llegada de Ben Alí.
