El jugador del Barcelona, Iniesta, se zafa de un adversario. Foto: EFE. El Barcelona firmó ayer el primer triunfo en su grupo de la Champions al vencer a un resultón Apoel, que impidió desplegar el juego con el que el equipo de Luis Enrique ha vuelto a recuperar las mejores sensaciones, y que tuvo una ocasión de oro en el tiempo de añadido para empatar, acción en la que Ter Stegen estuvo prodigioso. Un solitario gol de Piqué en el primer tiempo acabó dando el triunfo a un pobre Barcelona, flojo en ideas y escaso en producción defensiva, con una segunda parte para el olvido. También fue flojo el primer tiempo de un Barcelona que se vio sorprendido por el Apoel, que apostó su suerte a un 4-4-2 muy compacto con todo invertido en De Vincenti y Sheridan para la aventura para cazar alguna cosa delante. Más información en la edición impresa de El Decano Deportivo.