Los neumáticos eficientes para el ahorro de combustible que el Gobierno incluyó en su plan renove no están en el mercado. Michelin -fabricante de ruedas- avanzó ayer en la Cadena SER que ese tipo de gomas aún no están desarrolladas, extremo que confirmó el Ministerio de Industria.
El pasado 4 de marzo el ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció ayudas para los neumáticos eficientes desde el punto de vista energético y aclaró que "debían tener la etiqueta A", definido en el Reglamento 1222/2009 de a UE, aunque no será obligatorio hasta noviembre de 2012. El problema, según el portavoz de Michelin en España, Ángel Pardo, "es que esas cubiertas no están en el mercado". Pardo aclaró que, de momento, ni siquiera se han definido todos los parámetros a tener en cuenta para que un neumático reciba la máxima calificación en eficiencia energética, la letra A, ni el organismo que asigne las letras en función de la eficiencia.
Ante esta situación el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente de Industria, anunció ayer que elaborará un catálogo con los neumáticos eficientes que puedan acogerse al plan renove anunciado por el Gobierno. Responsables del IDAE se reunirán hoy y el lunes con representantes de fabricantes e importadores de neumáticos, así como con talleres, para determinar los requisitos que deberán cumplir las ruedas, en función de parámetros de eficiencia, seguridad y ruido. Con la elaboración de este catálogo, el Ejecutivo pretende solventar las dudas surgidas en el sector, a raíz del anuncio realizado por Sebastián.
El Ministerio de Industria aseguró ayer que los neumáticos escogidos, ya en el mercado, deberán cumplir rigurosas especificaciones, "en línea con los requisitos que se han tenido en cuenta a la hora de fijar la normativa europea de calificación de neumáticos".
El plan del Gobierno tiene previsto incentivar la sustitución de 240.000 neumáticos en unos 60.000 vehículos. El Gobierno pagaría 20 euros por cada rueda.
Esta iniciativa se incluye dentro de un paquete de 20 medidas vinculada a los sectores del transporte, la iluminación y la edificación que permitirá ahorrar 2.300 millones de euros anuales en importaciones energéticas y reducir las emisiones de CO2 en 12,5 millones de toneladas al año. El Gobierno impulsó este plan, que tiene un coste superior a las 1.000 millones, tras el brutal incremento del precio del petróleo ante las revueltas en el norte de África, especialmente en Libia, que suministra a España el 12% del total del crudo que consumimos.
Entre las medias previstas en el proyecto destacan la reducción de la velocidad máxima en autovías y autopistas a 110 kilómetros por hora, que entró en vigor el pasado lunes; la bajada de las tarifas de tren de cercanías y media distancia un 5% y la racionalización de la iluminación en carreteras y edificios públicos.
España importa el 75% de los recursos energéticos que consume, de los que el petróleo y el gas suponen el 70%. Esta alta dependencia energética le obliga a importar 600 millones de barriles de petróleo al año. Si los precios actuales del petróleo se mantienen, el déficit energético en 2011 alcanzaría los 46.000 millones de euros.
