El silencio de Zoido. El portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido, permaneció prácticamente en silencio en los dos plenos del viernes. Incluso en el convocado por su grupo sobre la caseta de Alfonso Mir. Fue el cierre de una semana errática por parte de la oposición que puso de relieve algunas de sus debilidades. En dos de los debates más vivos de la ciudad, como son la Encarnación y las restricciones de acceso al Centro, recurrió a salidas fáciles como suprimir cuatro setas para poder acabar la obra o prometer denunciar las cámaras y eliminar todas las restricciones mientras no haya un Metro. Casi idéntico al anuncio que realizó respecto a la ampliación del Metrocentro, que sigue sin llegar a los tribunales y sin tener un informe del Consejo Consultivo. Pese a ser tres ejemplos de falta de planificación y de descoordinación del Gobierno municipal, el PP apenas ha hecho esfuerzo alguno por explotarlos. Su batalla sigue en otro sitio. Ahora en Mercasevilla y en la caseta de Alfonso Mir. Su estrategia no ha funcionado del todo esta semana: la juez ha rechazado su petición de que imputen al regidor por encubrimiento y el Pleno en el que pretendían poner a Alfonso Mir contra las cuerdas se convirtió en una auténtica batalla campal liderada por el PSOE.
Precedente. La vehemente respuesta del PSOE ante el Pleno del PP sobre la caseta de Mir fue celebrada por muchos de los militantes allí presentes. No tanto por los trapos sucios que salieron, sino por el desgaste que arrastraban muchos socialistas que parecían indefensos ante los ataques de los populares. A cambio, ahora se abre un escenario nuevo en el que prácticamente todo vale. Muchos temen que se recurra a asuntos delicados o que incluso afecten a la seguridad de concejales, y que se utilicen hábitos como el que tienen algunos ediles de llevar a sus hijos por las mañanas al colegio con escolta y coche oficial.
Rivas. En el caso de Mercasevilla, el PP sí ha obtenido dos éxitos parciales. El primero, la readmisión de Daniel Ponce que ha demostrado otro error de gestión y le ha dado base a la oposición para denunciar que todo estaba preparado. En segundo lugar, la providencia de la juez Mercedes Alaya en la que alertaba de que la auditoría entregada no se correspondía con la anunciada, que llegó justo a tiempo para el Pleno. Ésta provocó que PSOE e IU volvieran a enredarse en silencios y parcas explicaciones. Se dijo que la auditoría se estaba haciendo y, en realidad, se había reorientado por completo sin avisar al consejo ni a la oposición. Eso sí, la magistrada ni lo había solicitado ni lo pidió expresamente en su última providencia. Se limitó a darle la razón al PP en su reclamación. La coincidencia de esta providencia con el Pleno ha incrementado el malestar existente en el PSOE por la actuación de la juez, que ya ni siquiera se oculta públicamente. Muchos se han llevado las manos a la cabeza al leer la escasa base de la imputación de Antonio Rivas. El PSOE provincial y el Regional confían en él. Pero José Antonio Griñán ha dado un ultimátum. Un golpe de autoridad cuando todos trataban de espantar el fantasma de la dimisión del delegado. Quien ha salido reforzado política y personalmente es el alcalde cuya actuación ha sido avalada por la juez. Monteseirín ha retomado su agenda en los últimos días y su entorno destaca que da por superada una dura etapa de debates sobre su sucesión.
Congreso. Probablemente no haya que desvincular la situación de Rivas y del alcalde del congreso regional del PSOE. Las asambleas se cerraron esta semana en la capital. Hubo listas únicas, pero con un sabor agridulce para los críticos. Se han tenido que realizar concesiones para llegar a acuerdos como en Macarena, donde Manuel Llorente dio al sector afín a Viera más delegados de los que les correspondían para lograr su integración; y se ha tenido que guardar silencio ante lo que se consideran dos vetos personales: el de Rafael Pineda en Triana y el de José Guerrero en Este. En cualquier caso, la Ejecutiva Provincial ha cumplido la instrucción del Regional con gestos especialmente significativos como la incorporación del alcalde en Triana. El debate real de las asambleas era sobre la gestión del PSOE-A, y hubo poca polémica. Salvo alguna voz aislada como la del ex secretario del partido Francisco Moreno en la asamblea Centro, quien paradójicamente va en la lista del congreso.
IU. Aunque en silencio, el PCA está inmerso en su proceso de asambleas para el congreso provincial del 13 de marzo. Se prevén pocos cambios: Juan de Dios Villanueva seguirá de líder provincial y se mantendrá la estructura local. La candidatura se determinará en mayo.
