Llegó Pepe Mel de las vacaciones con el tono más conciliador posible, dando la cara por los jugadores aunque dejando entrever que 33 son muchas piezas para preparar una temporada como la que se avecina . Avisó en su primera comparecencia su intención de "no dañar la imagen de nadie" , entre otras cosas porque entiende el madrileño que se trata de una parte del plantel que le ha permitido entrenar ahora en Primera. Sin embargo, hay un detalle que no debe pasar desapercibido a estas alturas del ejercicio.
Dio por hecho Mel que en los 20 días mal contados que transcurrirían entre aquella rueda de prensa y el viaje a Inglaterra, previsto para el próximo día 29, el overbooking que sufre el vestuario verdiblanco comenzaría a aliviarse. Nada más lejos de la realidad. Desde hoy el calendario sólo marca cinco fechas antes de ese viaje hacia el segundo stage de esta pretemporada, y ni mucho menos se han avanzado las gestiones para aligerar la plantilla. El técnico no desea mover ficha, aunque ya lo hiciera de forma sinuosa en el primer amistoso ante el Olympique de Marsella , pero quizás sea el momento para romper la baraja. El miércoles se quedaron en la grada Goitia, Fernando Vega, Arzu , Juande y Rodri, los cinco descartados desde la pasada temporada, junto a Toni, desterrado al filial mientras soluciona su salida.
Nelson no está ni se le espera. De hecho, la excusa real de su lesión ha venido de perlas para evitar un encuentro desagradable. Sin embargo, el fondo de la cuestión es otro. Sus situaciones preocupan cada día más, sobre todo dentro del plan de viabilidad elaborado por el club y la necesaria llegada de al menos un central para dar forma a la plantilla.
Miguel Guillén ya se encargó de alargar el plazo inicial previsto por Pepe Mel, encomendándose al mes de agosto como solución a este problema. Pero, ¿y si no llegan soluciones? Dejar sin ficha a los jugadores está muy bien para un club que pueda permitirse esta licencia, pero el Betis no está para dispendios. De esta forma, atados de pies y manos, se encuentran los técnicos mientras la situación de los descartes poco ha variado en estas semanas.
Goitia . La lesión de Fabricio ha replanteado la inicial marcada por Mel de no contar con sus servicios. Sin embargo, serán los concursales quienes decidan una vez el canario pase por el quirófano y se sepa el tiempo definitivo de baja. Su alta ficha condicionaría el presupuesto de la plantilla.
Fernando Vega . El jugador ha asumido con profesionalidad su situación, pero no está dispuesto a renunciar a un contrato de tres temporadas. Una cesión se antoja la solución más viable, y de hecho se está en contactos con equipos extranjeros como el AEK de Atenas , o algunos de Segunda como el Murcia.
Arzu . Poco se sabe de él en este sentido, la verdad. Su ficha es la más alta de todas, y por tanto el tema que más preocupa. En el club desconocen si el jugador se ha movido por su cuenta, pero a las oficinas no ha llamado nadie preguntando por el capitán.
Juande . Le resta un año de contrato y todos los caminos apuntan a un acuerdo de rescisión de esa relación contractual aún vigente. De momento tampoco se han producido ofertas formales.
Rodri . Su sueldo es el más inferior, junto al de Toni, pero ni siquiera en Segunda parecen estar interesados en él. Aunque no preocupe tanto en el aspecto económico, sí en el deportivo.
El martes regresará el Betis a Sevilla tras disputar el triangular en Irún ante Osasuna y el conjunto local. Será a partir del miércoles cuando en apenas dos días Mel planifique la expedición que el viernes se desplace hacia el Reino Unido. En principio, la idea es mantener la fuerza del grupo por encima de la presión directa, pero la honda preocupación que asola al club en el capítulo de salidas abre el abanico de posibilidades.
En cualquier caso, será Pepe Mel quien tenga la palabra al respecto, y aunque en sus planes iniciales no entrara mantener a 33 jugadores en pleno mes de agosto, la decisión no es fácil.
