"Este es un reconocimiento a las mejores virtudes cívicas, a la excelencia, a la valentía y la solidaridad y, como senadoras, nos sentimos orgullosas de haber tenido esta iniciativa y de formar parte de un pueblo en el que hay personas ejemplares como Jesús Neira".
Con estas palabras explicó la secretaria primera de la Mesa del Senado, Carmen Alborch, la Medalla de Oro concedida por la institución al profesor Neira por su intervención al presenciar la agresión a una mujer por parte de su pareja, que le costó una paliza de la que se está recuperando tras pasar varios meses en coma.
La iniciativa partió de las senadoras, a ellas se sumaron todos los grupos de la Cámara Alta y ayer, la Mesa aprobó la concesión de la Medalla. Alborch leyó el escrito firmado por las mujeres del hemiciclo, en el que aseguran que representa a todos los ciudadanos "que se sienten degradados en su conjunto por este tipo de comportamientos".
Neira, como "otros muchos ciudadanos", aseguran las senadoras, representa "lo mejor de una sociedad que aspira a vivir bajo el imperio de la igualdad entre las personas y que ha de anteponer el interés general por encima de cualquier tipo de consideración individual".
Carmen Alborch recordó que el pasado 25 de noviembre, el Pleno del Senado aprobó una declaración con motivo del día internacional contra la violencia de género y argumentó que, conceder el galardón a Neira, cumple con este compromiso con la igualdad entre hombres y mujeres. "Es capital la contribución de esos ciudadanos anónimos quienes, asumiendo riesgos para su vida, luchan casi siempre en silencio por defender la dignidad de las personas", agregó Alborch, para concluir que el profesor Neira "representa lo mejor del espíritu constitucional y de este pueblo, que el 6 de diciembre hace 30 años, se reflejó también como un pueblo generoso y maduro, para vivir en libertad y con respeto a la dignidad todos y cada uno de los ciudadanos".
