Las sevillanas del verdeo, un baile con raíces rurales

Se trata de un baile que pertenece a la Escuela Bolera del Siglo XVIII cuando los afrancesados exportaron a España las técnicas de danza.

el 30 ago 2014 / 21:14 h.

Recolección de aceituna. / Ana Quesada. Recolección de aceituna. / Ana Quesada. La Asociación Cultural El Roete, en Marchena (Sevilla), trabaja desde hace dos décadas por recuperar y mantener viva la tradición folclórica de las sevillanas del verdeo en la campiña sevillana, un baile de la Escuela Bolera que ha mantenido las raíces rurales y campesinas. La presidente de dicha asociación, Ángeles Acevo, ha celebrado que El Roete haya conseguido este año que el Instituto de Patrimonio Cultural de Andalucía incorpore las sevillanas de verdeo -también conocidas como olivareras o marcheneras- en el atlas de las danzas andaluzas. Se trata de un baile que pertenece a la Escuela Bolera del Siglo XVIII cuando los afrancesados exportaron a España las técnicas de danza y las incorporaron a los bailes que había en las distintas zonas del país. La diferencia con respecto a otros bailes también de la Escuela Bolera es que las sevillanas del verdeo han mantenido la identidad rural y, de hecho, el baile simboliza la recogida de la aceituna, que es la labor agrícola propia de la campiña sevillana, ha destacado Ángeles Acevo. En su tarea de difusión para que no se pierda esta tradición folclórica popular, la asociación El Roete intenta que las sevillanas del verdeo tengan un carácter más institucional y que se bailen en actos institucionales, como ha ocurrido este año, en el pregón de la feria de Marchena o en el Día de Andalucía. Las sevillanas del verdeo nacieron en la campiña sevillana hace más de doscientos años y sus movimientos simulan la recogida de la aceituna, ya que era un baile con el que se celebraba el final de la recogida de la aceituna en las fiestas de septiembre de las localidades de la campiña sur sevillana. También se conservan las letras alusivas a las faenas agrícolas y la indumentaria relacionada con la labor del campo. De hecho, el traje es el de faena del campo de hace dos siglos, zapatilla sin tacón, con suela de esparto y tejido de lona, amarrado al tobillo por cintas de algodón, falda amplia, delantal y pañuelo en la cabeza, las mujeres. El pantalón es clásico, con faja negra y las camisas amplias y alpargatas de esparto los hombres. En su tarea de difusión la asociación cultural El Roete organiza cursos para formar a los bailarines en este estilo de sevillanas y su presidenta, Ángeles Acedo, seguirá pidiendo reconocimiento oficial para esta danza única. La Escuela Bolera está considerada Bien de Interés Cultural y procede de bailes cortesanos franceses e italianos del siglo XVIII y a la misma pertenecen las sevillanas boleras, las soleares de Arcas, la Rondeña y las soleares granadinas. El flamenco y la escuela bolera se enriquecen mutuamente, incorporando numerosos pasos. De hecho, se baraja la posibilidad de que el baile flamenco sea el resultado del encuentro de dos escuelas de danza: la de las bailarinas boleras y la de las calés andaluzas. Para divulgar este estilo de sevillanas y otras tradiciones andaluzas, la asociación El Roete ha estrechado lazos de colaboración con la ciudad francesa de Léognan -al sur de Burdeos-, donde funciona la Escuela Pédrina de Léognan.

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