Son la gran losa que los juzgados de Primera Instancia están soportando desde que comenzara la crisis económica. Los embargos se dispararon en 2008, aumentando un 143% con respecto a 2007. Un cifra que no ha parado de crecer desde entonces. El mejor ejemplo de la situación son las 88 subastas de inmuebles que celebrarán los juzgados desde septiembre y hasta mediados de diciembre, casi el doble que en otros trimestres.
Más de la mitad de estas propiedades, en concreto 48, están en Sevilla capital y el resto se reparten entre diferentes municipios como Utrera, San Juan de Aznalfarache, Morón de la Frontera, Villanueva del Río y Minas o La Rinconada. Los precios oscilan desde los 1.254 euros por un finca rústica en Tocina de 69 metros cuadrados, hasta los 2.245.053 euros de una casa de 566 metros cuadrado en Sevilla, cuyo domicilio no se especifica.
La primera de las subastas tendrá lugar el próximo 2 de septiembre a las 12.30 horas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Lora del Río por una casa de Villanueva del Río y Minas de 84 metros cuadrados que parte de un precio de 110.143 euros. La última será la subasta de una parcela de 1.004 metros cuadrados en Mairena del Aljarafe por 637.029 euros y una nave de 163 metros cuadrados en la calle Renio número 15 de Sevilla, por un valor de 420.420 euros. Probablemente, los dos inmuebles sean del mismo propietario, ya que se subastan en el mismo juzgado, el de Primera Instancia número 10, a la misma hora, las 12.00, y bajo el mismo número de expediente.
En tres meses y medio, los juzgados sevillanos subastarán una cantidad mayor de pisos que en otras ocasiones en las que, hasta ahora, el máximo ha sido de medio centenar por trimestre. Es cierto que el mes de agosto es inhábil y que esto haya podido provocar una acumulación, pero también lo es que los embargos han crecido con respecto a hace dos años. Así, según los datos del Decanato, en el primer semestre de 2008 se contabilizaron 456 ejecuciones de hipotecas, cifra que ascendió a 832 en 2009 y que bajó levemente a 782 en 2010.
Tras estos casos, hay familias y empresas que, debido a la falta de liquidez por la crisis, han perdido sus propiedades: casas, pisos, solares, locales comerciales y hasta garajes. La Ley de Enjuiciamiento Civil abrió al público en 2001 las subastas judiciales, que se han convertido en un medio de negocio para muchas inmobiliarias especializadas, que luego las venden a casi precio de mercado. Para participar hay que depositar una fianza por valor del 30% del precio de salida en la cuenta del juzgado y asistir a la fecha fijada para la puja. Además, hay que tener en cuenta que las cargas anteriores y los créditos preferentes tendrán que ser asumidos por el que compra y que el inmueble no puede ser visitado. De ahí, la importancia de informarse en el juzgado antes de participar.
