La tregua que el otoño estaba dando a Sevilla toca a su fin. Hoy mismo, las temperaturas medias bajarán ocho grados. Adiós a los días suaves, en los que 2008 estaba siendo demasiado generoso: llevamos todo el mes de octubre viviendo entre tres y cuatro grados por encima de los registros históricos medios de la ciudad, fijados en los 25,8 y los 13,6 grados. Ha habido jornadas, incluso, en las que se ha superado ese registro hasta en siete grados.
Pero la bonanza climática se acabó: esta mañana, los termómetros no pasarán de los 18 grados, cuando ayer mismo se registraron hasta 26 de máxima -ocho más-; la temperatura mínima llegará a los 13 grados -15 fueron ayer-, y, en paralelo, aumentará la fuerza del viento hasta los 25 kilómetros por hora. Una suma que da como resultado una sensación térmica superior a la real, explican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Precisamente esas corrientes de viento son las que han obligado a Meteorología a lanzar una alerta amarilla -riesgo bajo- para hoy en la Sierra Norte de Sevilla, donde ese viento puede alcanzar velocidades de hasta 70 kilómetros por hora. En el resto de la provincia no se esperan problemas, ni por viento ni por lluvias.
Los expertos pronostican que la situación se complicará a partir de mañana pues, aunque las temperaturas máximas se estancarán en los 18 grados, las mínimas se desplomarán hasta los 9, con lo que el mercurio registrará cifras más propias de finales de noviembre. Es como si el otoño hubiese madurado de golpe y antes de lo previsto. Los vientos seguirán soplando en el día de mañana con una intensidad media y también hay posibilidad de que llueva débilmente en las últimas horas del día, ya de madrugada.
La lluvia será una constante desde entonces y hasta el final de la semana: el jueves la probabilidad de chubascos se eleva hasta el 85% (con temperaturas que estarán ligeramente al alza, entre los 9 y los 19 grados); ese porcentaje se incrementa hasta el 90% el viernes (un día en el que se espera que suban las temperaturas mínimas hasta los 11 grados pero también habrá una bajada de las máximas, hasta los 19) y se mantendrá en estos parámetros durante todo el fin de semana, en el que las temperaturas serán algo más suaves pero siempre por debajo de los 20 grados de máxima y 9,6 de mínima propios de esta semana, según la evolución climatológica recogida por la Aemet entre 1971 y 2000.
En estos días de Santos y Difuntos, además, es posible que esa lluvia se torne tormentosa, pero por el momento no se ha lanzado ninguna alarma más, ni de Meteorología ni de Protección Civil, aunque desde el ministerio confirman que no es posible confirmar "a ciencia cierta" lo que puede ocurrir con una distancia de cinco días de por medio.
Los técnicos de la Aemet confirma que en cuanto acabe octubre podrá hacerse la medición de los parámetros del mes, pero ya sacan una conclusión con los datos preliminares: estamos cerrando uno de los octubres más suaves y a la vez lluviosos de la última década.
