Para fomentar el consumo a veces hay que ponerle a los clientes los productos en su misma cara. Eso es lo que habrán pensado los comerciantes de la calle San Sebastián, que con su mercadillo de los viernes están sacando partida a todos los productos que hasta ahora no tenían ninguna salida.
No es un secreto que el pequeño comercio está pasándolo muy mal en estos tiempos de crisis, y por eso las ideas originales son más necesarias que nunca. El presidente de la asociación de comerciantes de San Sebastián, José Ojeda, ha estado todo un año preparando el mercadillo que pondrá hoy, de 10.00 a 14.00 horas. La primera experiencia, realizada la semana pasada, costó lo suyo, pero aun así fue muy positiva: "La calle entera estaba colapsada, yo diría que hubo unas 5.000 personas, no se cabía por la gran respuesta" popular, comentó ayer Ojeda.
De hecho, los 54 puestos que se enrolaron en esta aventura duplicaron sus ventas de la semana pasada e incluso hubo algunos que vendieron en una sola mañana lo que tardan en vender en un mes, debido en parte a la reducción de precios que se aplica.
Los pequeños comerciantes, debido a la crisis, tienen muchos productos a los que no se le da salida. Pero esta iniciativa permite "renovar los trajes y al menos conseguir dinero para que los productos no se queden en nuestros almacenes", indica Ojeda, que precisa que es un acuerdo entre los clientes y los comerciantes: los primeros necesitan comprar barato y los segundos deshacerse del sobrestockaje. Así, varios trajes que hace un tiempo valían 200 euros saldrán hoy por 30, mientras que objetos de cocina bajarán a casi el triple de su precio.
Dado el éxito, al presidente de los comerciantes de la céntrica calle peatonal lo han llamado toda la semana para apuntarse al mercadillo. Hoy se repetirá la experiencia con una docena más de comerciantes que se unen a los 54 de semana pasada, entre ellos Gabriela Hernández, que ayer se dio de alta en la asociación y hoy sacará su expositor a la calle. "Me comentaron que salió bien y quiero sacar mis vestidos a la calle, pero no serán de stock, sino de esta temporada", concreta. Gabriela espera tener la misma suerte que Irene González, que consiguió vender muchos bolsos que tenía en su almacén.
