El 73,8% del suelo urbano (donde se incluye todo el urbanizable sectorizado) de la Gran Sevilla está en manos privadas, en concreto 4.142.6 hectáreas, mientras que 1.468,3 (el 26,2%) son de titularidad pública. Destaca igualmente que sólo nueve terratenientes se reparten 1.552,3 hectáreas de suelo rústico. Para comparar, otro dato: las de titularidad pública suman 2.040,1.
Es más, si se tienen en cuentan también las parcelas rústicas, el 82,85% del suelo no edificado del área metropolitana (125.135,6 hectáreas) está en manos privadas, tanto de particulares como de personas físicas -empresas- mientras que el 17,15% (otras 12.130,7) pertenece a las administraciones locales, a la estatal o a la autonómica.
Estos datos quedan recogidos en el Atlas Estadístico de las Áreas Urbanas de España de 2006 presentado esta semana por la ministra de Vivienda, Carme Chacón, donde también se revela que cuando se habla exclusivamente de parcelas rústicas, el porcentaje en manos privadas se eleva. En el área metropolitana -con la salvedad de que este estudio sólo incluye la capital hispalense y los 21 municipios de la primera corona- en manos públicas sólo está el 8,1%, es decir, 10.662,4 hectáreas de un total de 131.655,4.
La más poderosa es una única empresa -los datos al ser confidenciales no se incluyen en el informe- que acapara el suelo rústico en manos privadas en la aglomeración urbana, con hasta 35 parcelas que suman 1.405,9. Igualmente, cinco propietarios se reparten
40,4% del rústico del área metropolitana, según revelan los datos sobre la concentración de la propiedad y estructura municipal en el área metropolitana de Sevilla, si bien estos datos, aunque hechos públicos esta semana, son de 2000.
En lógica, si en la cuarta parte del suelo urbano público que hay en la aglomeración urbana se construyeran viviendas protegidas se mantendría un ritmo aceptable para dar respuesta a la demanda, de modo que una de cada cuatro construcciones nuevas fueran de VPO. El problema radica en que no todo el suelo público puede destinarse a viviendas protegidas porque hay que cubrir otros equipamientos.
En cuanto al resto del país, el estudio revela que en Murcia, Madrid y Gran Canaria se encuentran los mayores propietarios de terrenos de España y estas provincias padecen la mayor concentración de suelo urbano sin edificar. Murcia es, además, la provincia del país en la que más se concentra la propiedad de suelo no edificado, ya que un particular es titular de cinco parcelas urbanas con una superficie de 4.690.000 metros cuadrados.
En el 2006 había 1.054 municipios integrados en 83 grandes áreas urbanas, entre ella la de Sevilla, donde viven 36 millones de personas en 16 millones de viviendas y que ocupan una extensión de 100.000 kilómetros cuadrados. El objetivo del atlas es tener una mayor trasparencia de la realidad socioeconómica de la vivienda. El documento está dividido en ocho bloques y describe la estructura territorial, las áreas urbanas, la ocupación del suelo, la población, las viviendas, el planeamiento y la estructura de la propiedad.