Las bibliotecas se encontraban ayer llenas de estudiantes que se preparaban para las pruebas de Selectividad que comienzan hoy. / J. M. Espino (Atese) En la Pablo de Olavide, 700 alumnos han abandonado los estudios por no poder hacer frente al segundo pago de la matrícula. En la Universidad de Sevilla, 13.000 estudiantes no saben si reunirán o no el dinero necesario para pagar la matrícula después de que el Gobierno central les haya denegado una beca. El panorama se oscurece de cara al próximo curso. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha desmantelado la actual política de becas endureciendo los requisitos (más nota media y todo sujeto a la disponibilidad presupuestaria del Gobierno). En este contexto, las universidades andaluzas, atrapadas también por las deudas de la Junta de Andalucía, lanzan propuestas sabiendo de antemano que cuestan dinero y que la llave de la caja registradora no está en su mano. El Consejo de Gobierno de la Universidad de Sevilla aprobará este martes pedir a la Junta de Andalucía que amplíe el número de plazos en los que se puede pagar una matrícula. Actualmente, el abono se puede fraccionar en dos veces. La Universidad de Sevilla, haciéndose eco de lo solicitado por los estudiantes, propone a la Junta que sea en cuatro plazos. Hay que hacer un esfuerzo por concentrarse en los que lo necesitan, aseguran fuentes académicas de la Hispalense, para la que urge frenar el éxodo de alumnos de la Universidad. En el caso de la Olavide, son 700 los estudiantes expulsados por la política de precios públicos que impuso Wert con su Decreto 14/2012. El Defensor Universitario de esta institución, Francisco Gamero, reconoce en declaraciones a este periódico que el Vicerrectorado de Estudiantes de la Olavide, en casos excepcionales, no procede a la anulación inmediata de la matrícula en el momento en que el alumno se retrasa en los pagos. Se apura al máximo el plazo legal (final de curso), agrega. El propio rector, Vicente Guzmán, durante la firma de un convenio con la Diputación de Sevilla, también reclamó ayer que se flexibilicen los plazos de abono. Sin embargo, hasta ahora no hay una petición formal por parte de sus órganos. La Junta de Andalucía y las universidades minimizaron el impacto de las subidas de los precios públicos ordenada desde Madrid decantándose por la parte más baja de la horquilla propuesta por el ministerio. Pero aun así eran conscientes de que el efecto iba a ser devastador, como así lo evidencian los números hechos públicos por las universidades. La Junta, por medio de su Secretario General de Universidades, Francisco Triguero, confirmó ayer en declaraciones a Radio Sevilla, que el Gobierno andaluz estudiará ampliar los plazos de pago de las matrículas. La Universidad de Sevilla avisa: el cambio debe ejecutarse siempre y cuando no se ahonde en los problemas económicos que ya padecen (el Gobierno autonómico adeuda a la Hispalense 190 millones de euros). La nueva incógnita, los profesores asociados El Vicerrectorado de Profesorado de la Universidad de Sevilla ha remitido a todos los departamentos un escrito con el fin de empezar a organizar la carga de trabajo del próximo curso que ha puesto en alerta a muchos de ellos. Es el caso de la Escuela Superior de Arquitectura al completo que, ayer mismo, hizo llegar al rector un escrito firmado por los responsables de departamento y el director de la Escuela en el que insta a la Universidad a contratar a todo el personal docente con, como mínimo, la misma dedicación que tiene actualmente. El párrafo que justifica este escrito de Arquitectura es el siguiente: Conforme a la estimación actual de carga-capacidad, se está estudiando la renovación de alguno/a de los profesores asociados del área de conocimiento. Desde la Universidad aclaran que aún es pronto para hacer valoraciones pero los directores de departamento de Arquitectura ya dejan claro en su escrito que en caso de que no se respetara la situación actual no podríamos responder al encargo docente aprobado. El temor del profesorado de la Universidad de Sevilla también es compartido por sus compañeros de la Pablo de Olavide donde esperan ver cómo queda la organización docente para el próximo curso. La asociación ADIUS, de la Universidad de Sevilla, anuncia hoy acciones de protesta por el incremento de horas de trabajo, lo que consideran que infringe la ley y pone en serio peligro la continuidad de la figura del asociado.