Aquellas carreras que tengan menos de 20 alumnos de nuevo ingreso (es decir, de primer curso) se "replantearán" dentro del diseño del nuevo mapa de titulaciones que están negociando las universidades andaluzas con la Junta. El debate impacta de lleno en las filologías. En el caso de la Hispalense, en Árabe y Clásica.
Los datos estadísticos correspondientes al curso 2006/2007 de los que dispone la Consejería de Innovación radiografían el estado actual de la Universidad andaluza, del que se puede hacer el siguiente diagnóstico: hay carreras con una demanda minoritaria cuya oferta se solapa entre universidades. Es el caso de las filologías. Según dicho estudio, disponible en internet, en la Universidad de Sevilla se matricularon 17 alumnos en el primer año de Clásica en el curso 2006/2007.
La cifra es, no obstante, la más alta si se compara con Cádiz (3) y Málaga (9). Sólo Granada, con 18 alumnos de nuevo ingreso, está a la cabeza en matriculaciones en Clásica. La situación se repite en la Hispalense en Árabe, que roza el límite permitido con 19 alumnos en primer curso.
Hay un caso que llama poderosamente la atención dentro de las Estadísticas sobre procesos y resultados del sistema universitario en Andalucía -que así se llama el documento antes mencionado-. Se trata de los estudios de Hebreo en Granada. En el curso 2006/2007 se matriculó un único alumno en el primer año.
Ante la evidencia de los números, las universidades andaluzas y la Junta han decidido "replantearse" aquellas carreras que tengan menos de 20 estudiantes de nuevo ingreso. Replantearse, apostillan las fuentes académicas consultadas, no significará en ningún caso que este tipo de titulaciones (futuros grados, según el modelo europeo de educación superior que se está diseñando) desaparezcan de la oferta académica. Habrá "flexibilidad" y se buscarán "soluciones imaginativas", aclaran. Frente a la dispersión, concentración y una garantía: que las titulaciones se ofertará en al menos una de las universidades andaluzas.
Los casos llamativos no son exclusivos de las Humanidades, sobre las que se ha puesto el foco. En las estadísticas hay varios ejemplos ilustrativos de cómo funciona actualmente el mapa de titulaciones. En Almería, en la licenciatura de Matemáticas se matricularon en el primer curso en 2006/2007 un total de 17 personas. En Química, 13.
En Huelva, esta misma titulación sumó 22 estudiantes frente a los 120 de la Hispalense. No obstante, superó a Jaén, con sólo 22 estudiantes. En Almería, la carrera de Ingeniero Técnico Agrícola especialidad Agropecuaria consiguió captar 8 alumnos en el primer año. Una cifra muy alejada de los 84 que se matricularon en la Hispalense. Las universidades y la Junta disponen de estos datos para ajustar el mapa de titulaciones a la demanda . El número de alumnos baja año tras año (cierto es que en la década de los 90 el número de estudiantes estaba muy por encima de lo asumible. Fue la época de la masificación) y por ello, la oferta debe reconducirse, afirman las fuentes.
