El hospital Virgen Macarena ha fortalecido considerablemente su servicios de Urgencias. En aras de seguir ofreciendo una mejor atención a todos los usuarios, quiere continuar educando a la población para que sepan discernir cuándo deben acudir a los servicios de urgencias y cuándo, a las consultas ambulatorias para evitar colapsos innecesarios en la atención al paciente.
Para que los ciudadanos dispongan de la mejor atención posible, el centro ha finalizado recientemente su plan de renovación, que le ha servido para dotarse de unas nuevas infraestructuras por valor de 1,9 millones de euros. Carmen Navarro, coordinadora de Urgencias del Virgen Macarena, explica que lo fundamental del servicio, además de la coordinación de todo el personal y material, es la elevada "implicación de los profesionales -hay 364- , que han de tener una fuerte vocación para trabajar en esta unidad y un alto sentido de pertenencia al servicio".
En esta unidad, el año pasado se logró a atender a 219.043 personas, de las que sólo 28.436 precisaron hospitalización en el área de observación, lo que representa el 13% de las urgencias atendidas. El área de observación ocupa actualmente una superficie aproximada de 600 metros cuadrados, con cuatro áreas diferencias de recuperación y dotada con 49 camas y 14 sillones, además de una extensión de 20 camas correspondientes a la unidad de estancias cortas.
En el área de consultas, por su parte, hay habilitadas un total de siete consultas médicas, un control de enfermería y una sala de espera de pacientes además de cuatro salas de traumatología así como una unidad de radiodiagnóstico propia, dotada con dos salas de radiología general un TAC y dos ecógrafos, uno fijo y otro de bolsillo.
La doctora Navarro también hace hincapié en que el nivel de satisfacción del usuario es "bastante alto" aunque siempre hay ciudadanos que discrepan porque no llegan a entender cómo una persona que ha llegado más tarde es atendida antes. "La explicación es muy fácil. Empleamos lo que en los servicios de urgencia se denomina triaje, que no es más que la selección y clasificación de los pacientes -en cinco categorías-según las prioridades de atención y de acuerdo tanto con las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles. Es muy importante esta selección y el ciudadano debe saber que la persona que esté más grave debe atenderse primero". También, Navarro aboga porque el usuario acuda a la unidad "realmente cuando sea necesario y hagan un uso razonable de las urgencias ya que muchas de las asistencias que hacemos se podían evitar acudiendo a una consulta, por lo que hay que continuar concienciando a los usuarios".
Adiós al papel. Entre las mejoras de gestión de este servicio también destacan la implantación total de la historia clínica del ciudadano -completamente digitalizada- para que esté disponible dónde y cuándo se necesite, y que permite a los médicos conocer al instante todos los antecedentes y tratamientos que ha recibido el paciente al que, probablemente, no hayan atendido nunca. Con este sistema -denominado Diraya- "ha desaparecido completamente el uso del papel en la unidad de urgencias", especifica la doctora Navarro.
Para el hospital, una de las joyas de la corona de la unidad de Urgencias es el servicio propio de cardiología, el cual agiliza el diagnóstico de los pacientes que acuden con dolores torácicos. Esta unidad, con el doctor Trujillo al frente y muy premiada en diversos foros internacionales, desarrolla un estudio sobre familiares de pacientes fallecidos por muerte súbita en conjunción con el Instituto Forense de Sevilla. Se trata de una consulta monográfica que tiene como objetivo estudiar la prevalencia de las cardiopatías hereditarias en familiares de primer grado de personas fallecidas por muerte súbita y su valoración diagnóstica.
